No me hallará la muerte en la cama.
Revista Talentos
Soy un par de ojos viejos, pero no cansados. Aunque la ventana me muestra siempre la misma postal, yo me franqueo en ella enviándome lejos. Aparezco en la selva aleteando mis párpados o en las praderas libando una flor. Y continúo volando...
No me hallará la muerte en la cama.
No me hallará la muerte en la cama.