Ojos verdes
Publicado el 17 marzo 2013 por Vicente Luis McLo recuerdo vagamente solo evocar sus ojos verdes. Intente llegar a su corazón, pero resulto ser la muchacha más inestable que conocí.Siempre he atraído a las damas cuya cabeza es tan caótica o incluso más que la mía.Ante aquellos ojos verdes no iba negarle un poema, no aspiraba a nada mas, perfectamente consciente de que desaparecería en el momento que menos lo esperara.Por su carácter le llame la pantera, aunque dijo llamarse SueMe recordaba mucho a una muchacha llamada Andrea que tenía vocación de estrella fugaz.El caso es que mi denominada pantera, no era de trato fácil, al igual que Andrea.Para dos señoras atractivas de ojos verdes que conozco resulta que son de lo mas inaccesible e inestable, quizás por ello he acabado aconsejando a una tercera mujer sobre como conquistar a su nueva pareja.Hay años que me saldría más barato abrir una consulta para deshacer entuertos sentimentales y consolar corazones rotos, en vez de perseguir preciosos y misteriosos ojos verdes, es lo que tiene que Marcela no aceptara mí propuesta en su momento.Uno se aburre tanto como el peor de los árbitros de futbol y tiene que dar la nota de alguna manera.Hay cosas a las que uno nunca se acostumbra, ni a dormir solo, ni a comer solo y mucho menos a soñar, sin oler a mujer.Los domingos son días horribles.Si alguna de mis musas estuviera cerca tendría algo menos de tedio en vena.Si fuese uno de mis canes inspiraría ternura en todas ellas, pero no es el caso solo doy para algún poema, me pregunto qué habrá sido de Sue, le invite a vivir un romance, pero me regalo un silencio pesado como un bloque de mármol.No cabe duda cada día me parezco mas a un muerto social.Sue es una de esas estrellas fugaces que dan para animar una noche en la que la inspiración de nuevo decide ir a jugar al casino.Andrea me recuerda demasiado a Gilda, la famosa mujer del guante negro además tiene la odiosa habilidad de aparecer en mis pesadillas, me da más miedo que un médico y un anestesista juntos, por eso fui yo quien salió corriendo en contra dirección. Me guardo en mi memoria sus preciosos ojos verdes, después de todo son buen recurso para escribir.La diferencia entre Sue y Andrea, es que la primera sabía cómo funcionaba mi corazón, lástima que desapareciera sin avisar.Siempre pierdo a quienes quiero, basta con preguntarle a mi corazón por Marcela o Marta e incluso mi confidente Pamela.Un perro tiene más habilidades con las mujeres que yo aunque, no sé si como perro tendría futuro.Quizás tendría éxito como masajista o cerdo vietnamita ,después de todo los puercos tienen orgasmos de treinta minutos mucho más de lo que tardo en disparar unas cuantas líneas sobre el papel y a buen seguro recibiría alguna recompensa más que el tiempo de un anónimo lector.E incluso ellas no me olvidarían con facilidad.Es lo que tiene ser un poeta de quinta regional.Las musas también se van de fiesta, a por gigantes de gimnasio, mientras, uno intenta escribir dignamente...