Olivia de Havilland: Una actriz que se atrevió a enfrentar a los grandes estudios.

Publicado el 10 noviembre 2009 por Fantomas
Olivia Mary de Havilland nació el 4 de julio de 1916, en Tokio, Japón. Su madre, Lilian Ruse, era una estudiante de música inglesa a la cual en el verano de 1907, le ofrecieron un puesto como profesora de canto coral en la Waseda University de Tokio. Sería en aquella ciudad donde conocería a Walter de Havilland, un exitoso abogado inglés, con quien luego contraería matrimonio. Cuando Olivia tenía dos años, sus padres se divorciaron por lo que se mudó junto a su madre y a su hermana Joan, a Saratoga, California. Poco después de su divorcio de Walter, Lilian se casó con un empresario de San Jose llamado George Fontaine. Durante su época como estudiante, Oliva se destacó por sus buenos resultados académicos y por estar involucrada en variadas actividades que incluían estar a cargo de la edición de periódico estudiantil, y participar en algunas compañías teatrales locales. Luego de graduarse del colegio, Olivia comenzó a prepararse para asistir al Mills Collage, cuando supo que el director Max Reinhardt estaba planeando realizar una producción al aire libre de la obra, “A Midsummer Nights Dream”. Durante los ensayos de la obra, Henry Blande, un productor de la Warner Bros que estaba preparando la adaptación cinematográfica de la obra, se fijó en la joven actriz, y tras realizarle una prueba de cámara terminó ligando a De Havilland por siete años con el estudio.
Tras debutar en la pantalla grande con la cinta “Alibi Ike” (1935), De Havilland participaría en la adaptación cinematográfica de “A Midsummer Nights Dream” (1935), donde interpretaría el rol de Hermia. Tras trabajar en la comedia “The Irish in Us” (1935), la siguiente cinta de la actriz serviría para catapultar su carrera al interior de la Warner. La cinta de piratas, “Captain Blood” (1935), fue uno de los grandes éxitos del estudio durante ese año. El secreto de su éxito sería la combinación de emocionantes escenas de acción y romance, acompañado por la química existente entre sus dos protagonista;, Errol Flynn y Oliva De Havilland. Luego de la popularidad de “Captain Blood”, De Havilland interpretaría una serie de roles que la ubicaban como una “mujer en desgracia”, como por ejemplo el de Angela Guiseppe en el film, “Anthony Adverse” (1936). Ese mismo año, la actriz volvería a compartir pantalla con Errol Flynn en, “The Charge of the Light Brigade” (1936). Aunque la atracción entre ambas estrellas era evidente, no sucedió nada entre ellos. De hecho, Flynn intentó llamar la atención de la actriz mediante algunas bromas pesadas, las que obviamente no tuvieron efecto alguno.

La comedía “Call it a Day” (1937), sería la primera cinta en la que De Havilland ocuparía el rol protagónico femenino. A esta le seguiría “The Great Garrick” (1937), donde una vez más, la actriz interpretaría a una dama en desgracia. Luego trabajaría en dos películas menores; “Love I´m After” (1937) y “Gold is Where You Find it” (1938). Esta última sería la primera cinta filmada en Technicolor en la que participaría la actriz. En “The Adventures of Robin Hood” (1938), De Havilland se reuniría nuevamente con Flynn. Curiosamente, la actriz solo vio el film 20 años después de su estreno. Impresionada por la actuación de Flynn, decidió escribirle una carta, la cual sin embargo, jamás envió. Motivados por el éxito de la cinta, los ejecutivos de la Warner decidieron juntar nuevamente a la dupla en la comedia romántica, “Four´s a Crowd” (1938), que se involucraba en el difícil mundo de los periódicos y los publicistas. Tras participar en “Hard to Get” (1938) y “Wings of the Navy” (1939), De Havilland y Flynn fueron transportados al lejano oeste en la cinta, “Dogde City” (1939). Al igual que los films anteriores en los que participó esta pareja de actores, esta producción terminó siendo un éxito de taquilla.
En 1939, Olivia fue seleccionada para participar en uno de los grandes clásicos del cine mundial, la cinta “Gone With The Wind” (1939). En dicho film, la actriz interpretaría el rol de Melanie Wilkes. La hermana de De Havilland, Joan Fontaine, fue una de las tantas actrices que audicionó para quedarse con el papel de Scarlett O´Hara. Irónicamente, sería ella quien le abriría las puertas a Olivia para participar en la cinta. Cuando el director George Cukor le pidió a Joan que leyera la parte de Melanie, ella se rehusó diciendo: “si están buscando a alguien que interprete a Melanie, por qué no prueban a mi hermana”. Cukor le hizó caso y contactó a Olivia para que audicionara para el papel. Por dicho rol, la actriz recibiría su primera nominación al Oscar. Una vez terminada la cinta, De Havilland regresó a la Warner para filmar el drama, “The Private Lifes of Elizabeth and Essex” (1939), el cual estaba protagonizado por Errol Flynn y Bette Davis. Durante la realización de film, la actriz se mostró molesta con el hecho de que su nombre apareciera tras los de Flynn y Davis. Tampoco se mostró muy satisfecha con su rol en la cinta “Raffles” (1940), la cual era un remake de la producción filmada por Ronald Colman en 1930.

Sería durante este periodo que la actriz comenzaría a tener problemas con Jack Warner. A fines de 1939, De Havilland se rehusó a participar en la cinta “Saturday´s Children” (1940), y a principios de los cuarenta no quiso participar en la comedia “Flight Angels” (1940). Debido a su actitud cada vez más desafiante, Warner suspendió a la actriz por seis meses. Olivia regresaría a la pantalla grande en la cinta, “My Love Came Back” (1940), para luego participar en “Santa Fe Trail” (1940), la cual sería su séptima película junto a Erroll Flynn. Cansada de participar en películas poco interesantes, la actriz se empecinó en encontrar un buen guión. Ese fue el caso de “The Strawberry Blonde” (1941), donde la actriz consiguió a escondidas el guión de la cinta por adelantado antes de aceptar participar en ella. La popularidad dicha cinta, ayudó a mejorar un poco la tensa relación entre De Havilland y Jack Warner. La próxima cinta de la actriz, “Hold Back the Dawn” (1941), fue escrita pensando en ella como protagonista. Su papel en la historia de un inmigrante rumano que intenta ingresar a los Estados Unidos casándose con una norteamericana (interpretada por De Havilland), le valió una nueva nominación al Oscar, la cual perdería a manos de su hermana Joan Fontaine, quien había sido nominada por su actuación en “Suspicion” (1941), de Alfred Hitchcock.
Pese al éxito de la cinta y a la nominación conseguida por la actriz, Jack Warner se rehusaba a considerar a De Havilland como una estrella, devolviéndola a los roles de dama en desgracia. “They Died With Their Boots On” (1941), fue la última colaboración de la actriz con Errol Flynn. Aunque ambos actores en algún momento de sus vidas declararon tener sentimientos amorosos el uno por el otro, jamás sucedió algo entre ellos. Según la misma actriz, Flynn le propuso tener una relación, pero ella se rehusó debido a que el actor estaba casado en ese entonces con la actriz Lili Damita. Su actuación en “The Male Animal” (1942), distaría de ser una de las mejores de su carrera. Sin embargo, De Havilland demostraría nuevamente su calidad como actriz en el drama, “In This Our Life” (1942), del director John Huston. Dicha cinta estaría co-protagonizada por Bette Davis, quien tenía fama de ser una actriz difícil con sus compañeros de reparto. Sin embargo, la relación laboral entre ambas mujeres estuvo marcada por el mutuo respeto. Durante ese periodo, De Havilland estaba involucrada sentimentalmente con Huston, relación que había comenzado poco después del quiebre entre la actriz y James Stewart.

Luego del bullado quiebre entre De Havilland y Stewart, la actriz comenzó a frecuentar algunos clubes nocturnos, donde en uno de ellos conocería a Huston, quien en ese entonces aún vivía con su mujer. En 1942, Huston le pidió el divorcio a su mujer, la que pronto sufrió un colapso nervioso. Esto llevó a que el divorcio se realizara recién en 1945, tiempo para el cual la relación entre el director y De Havilland se había enfriado por completo. La carrera de la actriz continuó tan activa como su vida amorosa. En 1943, la Warner cedió a Olivia a la RKO para participar en “Government Girl” (1943), una comedia a la que le seguiría el film, “Princess O´Rourke” (1943), uno de los trabajos favoritos de la actriz. La última película de De Havilland al interior de la Warner sería “Devotion” (1946), la cual estaría co-protagonizada por Ida Lupino, y que relataría la vida de las hermanas Brontë. Mientras filmaban esta cinta, De Havilland y Lupino pedirían un tiempo para participar en el musical, “Thank You Lucky Stars” (1943). Tras completar “Devotion”, la actriz pensó que por fin se había librado del dominio de Jack Warner. Sin embargo, el estudio le dijo que debía recuperar los seis meses que había estado suspendida.
Pese a que ponía en riesgo su carrera, De Havilland demandó a la Warner Bros. El caso llegó a la Corte Suprema, y aunque los abogados del estudio hicieron todo lo posible para intimidar a la actriz, esta no dio pie atrás y ganó la demanda. Mediante esta demanda, De Havilland no solo estaba defendiendo sus derechos, sino que también el de todos los actores, los cuales muchas veces eran tratados como propiedad del estudio al cual estaban ligados. Jack Warner, enfurecido por la situación, no solo retrasó tres años el estreno de “Devotion”, sino que logró que la actriz fuera incluida en la lista negra de los estudios, por lo que durante tres años no pudo participar en ninguna película. Durante ese periodo, De Havilland se mantuvo ocupada trabajando en algunos episodios del Lux Radio Theater, y realizando tours en los cuales visitaba a los soldados que se encontraban hospitalizados a causa de la guerra. Ansiosa de volver a la pantalla grande, la actriz firmó un contrato con la Paramount por tres películas, comenzando con “The Well Groomed Bride” (1946), la cual fue pobremente recibida. Afortunadamente, De Havilland se encontraba en un momento de su carrera en el cual ella podía seleccionar los proyectos en los que se involucraba. Fue así como obtuvo el rol de Jody Norris en la cinta, “To Each His Own” (1946).

Con dicho rol, finalmente Olivia consiguió el tan ansiado premio Oscar a la mejor actriz. En el thriller “The Dark Mirror” (1946), De Havilland interpretaría a un par de hermanas gemelas que se convierten en las principales sospechosas del asesinato de un doctor ligado sentimentalmente con ellas. Durante el verano de 1946, la actriz conocería al ex oficial de marina, Marcus Goodrich, quien había escrito la novela “Delilah”. Pese a que Goodrich era 18 años mayor que De Havilland, en agosto de ese mismo año la pareja contrajo matrimonio. En “The Snake Pit” (1948), la actriz interpreta a Virginia, una frágil mujer que es internada en un hospital psiquiátrico por su esposo, luego de que esta sufriera una crisis nerviosa. La cinta resultó ser todo un éxito, especialmente por la honesta descripción que esta realizaba de las enfermedades mentales. En 1949, De Havilland tendría a su primer hijo, a quien llamaría Benjamin. Ese mismo año, la actriz participaría en el drama “The Heiress” (1949). Su interpretación en dicho film le valió su segundo premio Oscar a la mejor actriz. Esta cinta vendría a marcar el final de los años dorados de Olivia en Hollywood, principalmente debido a que pese a que la película fue alabada por los críticos, de todas formas resultó ser un fracaso de taquilla.
Poco después de haber dado a luz a su hijo Benjamin, De Havilland rechazó el papel de Blanche Du Bois en la versión cinematográfica de, “A Streetcar Named Desire” (1951). La actriz terminaría participando en una producción de Broadway de “Romeo y Julieta”. En 1952, Olivia se divorciaría de Goodrich, debido a que aparentemente cuando él se enfurecía, la golpeaba violentamente. La actriz volvió a la pantalla grande ese mismo año con el film, “My Cousin Rachel” (1952), el cual era una interesante adaptación de la novela del mismo nombre de la escritora Daphne du Maurier. En 1953, la actriz por primera vez aceptaría asistir al Festival de Cannes, donde conocería a Pierre Galante, con quien contraería matrimonio en 1955. Ese mismo año, la actriz retornaría a la pantalla grande en la cinta épica, “That Lady” (1955), la cual tendría pésimos resultados de taquilla. Tras filmar el drama, “Not as a Stranger” (1955), De Havilland daría a luz a su hija Gisele. Poco después de esto, la actriz participaría en “The Ambassador´s Daughter” (1956), una comedía filmada en Paris. Durante la década de los cincuenta, De Havilland filmaría dos cintas más; “The Proud Rebel” (1958), un drama ambientado en la Guerra Civil norteamericana; y “Libel” (1959), un drama judicial co-protagonizado por Dick Bogarde.

En “Light in the Piazza” (1962), De Havilland tendría uno de sus mejores roles en años. En dicha cinta, la actriz interpreta a una mujer que está sufriendo una serie de problemas familiares. Aunque dicha producción estaba pensada para presentar a algunas de las estrellas jóvenes de la MGM, la verdad es que la historia termina centrándose en el personaje de De Havilland. Tras pasar una temporada trabajando en Broadway, la actriz retornaría a Hollywood para participar en el thriller, “Lady in a Cage” (1964). Pese a que la reacción inicial de la crítica frente a esta cinta fue negativa, De Havilland terminaría recibiendo el British Films and Filming Award por su actuación en dicha producción. Luego de que Joan Crawford abandonara la producción de “Hush…Hush, Sweet Charlotte” (1964), su co-estrella Bette Davis, mencionó a De Havilland como la única actriz capaz de reemplazar a Crawford. Durante los años siguientes, la actriz continuaría trabajando mayormente en televisión, participando en algunas series y en el telefilme, “Noon Wine” (1966).
Olivia retonaría a Hollywood con el film, “The Adventurers” (1970), un verdadero desastre dirigido por Lewis Gilbert, donde la interpretación de la actriz era lo único rescatable de la cinta. En 1971, De Havilland viajaría a Londres para filmar el drama, “Pope Joan” (1972), y al año siguiente participaría en el telefilme, “The Screaming Woman” (1972), donde interpretaría a una viuda que sufre una crisis nerviosa luego de que descubre a una mujer que fue enterrada viva. Durante los años siguientes, la actriz dedicaría todas sus energías a su familia. La muerte en 1975 de Lilian Fontaine, la madre de Olivia, terminó por quebrantar la relación entre la actriz y su hermana Joan Fontaine. La petición de Joan de posponer el funeral de su madre algunos meses debido a que se encontraba en una gira teatral, fragmentó para siempre la relación entre las dos actrices, las cuales nunca volvieron a hablarse. De Havilland solo filmaría tres cintas más antes de que terminara la década de los setenta; primero tendría un cameo en “Airport ´77” (1977); luego participaría en la desastrosa cinta de ciencia ficción de Irwin Allen, “The Swarn” (1978); y finalmente trabajaría en el film de aventuras, “The Fifth Musketeer” (1979), el cual marcaría la última aparición hollywoodense de la actriz.

Desde ese punto, De Havilland solo realizó algunas apariciones esporádicas en distintos proyectos televisivos como por ejemplo; “Roots II: The Next Generation” (1979), “Agatha Christie´s Morder is Easy” (1982), “The Royal Romance of Charles and Diana” (1982), y la miniserie “North and South Book II” (1986). Los últimos dos trabajos de la actriz serían los telefilmes; “Anastasia: The Mistery of Anna” (1986), la cual le valdría un Globo de Oro a la mejor actriz secundaria en una película para la televisión; y “The Woman He Loved” (1988). Durante ese periodo, De Havilland comenzaría a escribir sus memorias, tarea que se vería mermada por la muerte de su hijo Benjamin en 1991. En febrero de 1998, la actriz se enteró que su ex-marido Pierre Galante estaba enfermo, tras lo cual le permitió quedarse en su casa para que su hija Gisele pudiera cuidarlo. Olivia continuó cuidando a su ex-marido hasta su fallecimiento en 1998. En la actualidad, Olivia pasa sus días en la ciudad de Paris escribiendo sus memorias. Durante su carrera, la actriz recibió casi todos los premios a los que podía aspirar. Una de las mejores actrices de la historia del cine, una defensora de los derechos de los actores, y por sobretodo una mujer de principios, Olivia De Havilland es en este momento una verdadera leyenda viviente, cuyo legado quedó plasmado para siempre en las más de cincuenta cintas en las cuales participó.

por Fantomas.