Revista Talentos
Ella tenía un nombre, pero se le perdió al doblar la esquina. Una senil cortina velaba sus recuerdos. Dio vueltas y vueltas sin poder recuperarlo. Finalmente lo pilló en el autobús que la traía a casa, aunque en el portal volvió a escabullirse. Tanteó desesperada en los buzones. Allí estaba.