Ya que hace unos meses hice las pruebas para los Olímpicos y voy a tener la oportunidad de trabajar en este pedazo de acontecimiento histórico, creo que toca hablar un poquito de lo que se está moviendo en la ciudad en los preparativos previos a la locura. Los sponsors están más que listos para gritarle al mundo que Londres está preparado y que los británicos están orgullosos de mostrar al mundo de qué son capaces. Esa es una de las características que más me gusta de los ingleses, su #ProudOfBeBritish, que lo lucen allá donde van.
(Estas cosas las digo sin respirar porque son importantes) Por mucho que algunos eruditos griten que el sentimiento de orgullo hacia un pueblo o una nación es de catetos y que alardeen de las palabras de Vargas Llosa: "Detesto toda forma de nacionalismo, ideología provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento" parece ser que muchos se olvidaron de la parte positiva y constructiva, de amor a la patria, al hogar y a las personas que lo conforman que es lo que toca defender en este tipo de competiciones a nivel mundial -y muchas veces en conversaciones con amigos que no cesan de quejarse de que esta España es lo peor (vete entonces, y aprende a amar otro país más, si es que puedes)-: No hay que confundir el nacionalismo con el patriotismo, sentimiento sano y generoso, de amor a la tierra donde uno vio la luz, donde vivieron sus ancestros y se forjaron los primeros sueños, paisaje familiar de geografías, seres queridos y ocurrencias que se convierten en hitos de la memoria y escudos contra la soledad. La patria no son las banderas ni los himnos, ni los discursos apodícticos sobre los héroes emblemáticos, sino un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un hogar al que podemos volver. Yo más bien creo que ser un sin patria no es más que otro sentimiento vacío de indiferencia hacia sus raíces. Por eso muchas de las campañas que nacen con los Olímpicos de Londres tienen cabida en este país y no sirven para cualquier otro, tanto por las marcas y la implicación de las compañías que hay detrás como de los ciudadanos independientes, que sienten que un poquito de ellos también es protagonista este verano.
Procter & Gamble pone al servicio de 11 deportistas de distintas disciplinas su presupuesto en un apoyo incondicional y en el seguimiento de su evolución en los entrenamientos. Así Gillette apoya en natación, Pantene en ciclismo, Fairy en atletismo o Braun en sincronizada. Y eso por no hablar de su famoso viral sobre "el mejor trabajo del mundo" en su campaña Proud Sponsors Of Mums.
Pero la más potente para mi es la de London Capital Clean Up que ya presentó Boris Johnson de la mano de la marca para buscar ¡voluntarios para limpiar la ciudad! ¿Existe esto? ¡Si! ¿De dónde pensáis que sacó Ana Botella la idea de que los voluntarios hiciesen el trabajo de algunos funcionarios en Madrid? -así a grandes rasgos, yo lo llamo efecto mariposa, se oye un susurro de que la gente limpia gratis las calles en Londres y ella lo convierte en disparatada idea revolurionaria-.
Pero no es la única campaña que recluta voluntarios para embellecer Londres: Love Clean London es casi más arrebatadora si cabe, a través de una aplicación tú indicas donde ves una esquina sucia, una acera defectuosa o el vómito de una ardilla, ellos lo registran, lo estudian y... ¡lo solucionan! ¿Pueden ser más eficientes estos British? ¡Si!
Help Us to Get London Ready es el grito de guerra de P&G bajo el paraguas de JOINING FORCES y Let's get cleaning, the World's coming round.
¿Puede ser más políticamente deportivas estas campañas? Algunos pasarán olímpicamente (nunca mejor dicho), pero a muchos les tocará la fibra patria. Por cierto, la planificación es tremenda, vamos, ni el #15M! la zona a limpiar, la que nos venga mejor según fecha, horario o barrio y actividad, que varía desde recoger basura hasta pintar una valla o plantar árboles o flores.
¿Que si yo voy a limpiar? Dejémoslo en que no limpio en mi casa cómo voy a limpiar en la calle esta vez no, si a Madrid le toca en 2020 me lo pensaré.
Y todo esto y mucho más ha revolucionado uno sólo de los patrocinadores, espera y verás, corriverás.