Es imposible predecir la trayectoria de una órbita inestable,
está en su naturaleza,
más aun cuando son dos.
Elípticas, nuestras vidas se construyen en fracasos y redenciones,
en triunfos al borde de un abismoque nos mira impasible y nos convierte en Fénix
inmolados en el propio fuego que hemos provocado
Se alejan, se enfrían, se acercan, se queman.
Ya sabes,
si fuéramos parecidosseríamos rectas paralelas infinitas en su agonía
de soledad
pero al ser divergentes o convergentes o, que se yo!
nuestros caminos se cruzarán y descruzarán
una vez y otra
Sin embargo
me quedo en este eterno retornome complazco en esperar
la primavera después del invierno
Me rindo al caos que susurra tu nombre
en mi recuerdo
Ya sabes,
Seguiremos girando órbitas inestablesy en algún punto de la trayectoria
chocaremos otra vez
para provocar la luz
en este multiverso infinito
de posibilidades