Por no hablar de cuando me acompaña por Rasganorte durante horas para ayudarme con mis reportajes fotográficos o cuando me rusheaba en mazmorras de nivel bajo siendo yo una niña, a pesar de saber la poca paciencia que tiene y el esfuerzo que hace por estar conmigo y equiparme bien.
Le conozco desde febrero, el día en que nací... pero siento que ya le conocía desde hace mucho más tiempo. Es una sensación extraña, como si entre nosotros existiese una confianza inusual a pesar de acabar de entrar cada uno en la vida del otro. Además, qué demonios, yo no suelo congeniar con orcos.
No obstante supongo que no es un orco cualquiera: él no huele mal ni es bestia, (bueno, un poquito sí, pero no conmigo) y es capaz de ponerse un vestido rosa y orejas de conejo y pasearse por toda Dalaran o bailar en gayumbos rodeado de pingüinos con tal de hacer el payaso...
Es un poco desastre, como siempre le digo, porque tiene ya casi cuatro años y todavía no se había sacado el carnet de protodraco veloz. Y no es que no estudiase, eh, es que simplemente le daba pereza ponerse. Y ahí que le veíais a él, todo un nivel 80 consagrado, volando en un murciélago de esos que no pasan de ochenta y que te sacas sin carnet...
Menos mal que le convencí, aunque fuese picándole con mi abisal, porque eso de ir a buscar rares por el mundo y tener que esperarle diez minutos volando encima de uno hasta que él llegase, con miedo a que cualquier otra persona lo encontrase y lo matase antes que nosotros, se me hacía eterno.
Yo creo que es una persona adorable. Él intenta esconderlo, como si le diese vergüenza que todos viesen que además de una gran cabeza tiene un gran corazón... pero a mí no me engaña. En I.C.C. podrá volverse un asesino implacable además de ser el terror de Conquista del Invierno, pero cuando alguien de su hermandad le pide un favor, tarda 0,2 en acudir raudo a ayudarle. Cuando necesito gold o cualquier piedra preciosa para practicar con la alquimia, su cartera es mi cartera. Cuando le tratas con cariño y generosidad es fácil ganártelo, como a un huérfano desvalido de esos de la Semana de los Niños.
Porque supongo que sigue siendo un poco niño, a pesar de que hoy cumpla un año más. Es un niño grande al que adoro, y que espero que siga compartiendo aventuras y desventuras conmigo durante mucho tiempo... al menos mientras quede un ali que matar, una flor por recoger, una misión por completar, un ron del capitán Rumsey que degustar o una mazmorra diaria que terminar. Aunque mis vecinas de Lunargenta me miren mal, porque yo sea de un estrato social diferente o porque él sea algo mayor que yo.
Siento mucho no haber conseguido la receta del maldito Pastel de Chocolate Delicioso porque hoy me gustaría haber podido cocinar uno, ponerle algunas velas para que soplases y sentarnos en algún sitio bonito de Vallefresno a tomárnoslo y luego pescar un ratito, que necesitas subir la habilidad. Pero como sólo sé hacer festines de pescado y eso no pega para un banquete de cumpleaños, lo único que podía hacer era escribirte ésto. Espero que te guste.
Feliz cumpleaños, Entuk. Que seas muy feliz hoy y siempre, hagas lo que hagas y vayas donde vayas, pero a mi lado.