Coge segmentos oscuros de la memoria, de esas manos que amaron cada partícula y siniestro de tu espíritu. Es allí donde está lo auténtico, lo perplejo de amurallar mi cuerpo en este espacio reducido. Pide el nombre abortado en el desorden de las plaqués que brillan desde lejos con vísceras, corazón, hígado y vejiga. Muéstrales la gravidez de tus ondas ya marchitas y conduce la figura ante el destello.
“perezca el día de mi origenconcebido como niño roto antes de nacer"Mixha Zizek