Osho y el Tao

Publicado el 10 octubre 2011 por Chesaudade
Ser es la meta del Tao
"Si escuchas al Tao, entonces el mensaje es muy simple. Permanece arraigado en tu ser y te salvarás de todos los problemas que trae el poseer y de todos los problemas que trae el no poseer.
Tú simplemente se. Ser es la meta del Tao.
Recuerda, si buscas consuelo lo encontrarás, pero es una falsa moneda, confortable, conveniente, es como una droga. Empiezas a beber pero continúas siendo infeliz. La desdicha no cambia, pero al beber empiezas a olvidarte de ella. El consuelo es una especie de intoxicación; además, nada cambia, porque la puerta que lleva a la desdicha permanece abierta; tú sigues comparando. La comparación es la causa fundamental de la desdicha. Al no ser comparativo, al no ser ni más alto ni más bajo, al ser tú mismo simplemente, al no pensar en relación con otros, al pensar sólo en términos de tu tremenda soledad, llegas a ser feliz.
Si algo viene de la disciplina, el Tao está en su contra. Si algo viene de la espontaneidad, el Tao está a su favor. El Tao es espontaneidad, el Tao es "lo que es", el Tao es una aceptación tremenda de lo que hay. Y en esa aceptación uno florece.
Una vez empiezas a intelectualizar sobre la vida, comienzas a extraviarte. La vida se tiene que vivir. La vida se tiene que vivir existencialmente y no intelectualmente. El intelecto no es un puente sino una barrera.
Recuerda siempre que el menú no es la comida. Puedes estudiar el menú una y otra vez: no te servirá de mucho. Tendrás que comer, tendrás que masticar, tendrás que digerir. Tendrás que estar conectado existencialmente con tu comida, tendrás que absorberla dentro de tu ser y hacerla parte de él. No será de ayuda que estudies solamente el menú o el libro de recetas de cocina. El erudito no hace más que estudiar el menú: el erudito sigue siendo una de las personas más hambrientas que hay en la vida. Nunca ha vivido, nunca ha amado, nunca se ha arriesgado. Nunca ha actuado, nunca ha danzado, nunca ha celebrado. No ha hecho más que sentarse y pensar en la vida. El intelectual ha decidido entender primero la vida intelectualmente y luego actuar. Primero tienes que actuar y luego viene la comprensión".