Absolutismos de soles
aborrecen sus finales hambrientos
y es cobre
y es balada
y es tu ayer tibio el nuevo paradigma,
absolutismos de soles claudican en la tierra
la rabia furiosa de un ya viejo verano
y por fin los afueras y los adentros lloran el mismo mar.
Pero déjeme decirle señor,
que cuando eso pasa
aunque a pura pena, a pura penita pena
la comunión de la vida y de la muerte
nos eriza la piel
y el alma.
Rubén Callejas