Otoño de proyectos.

Para mí,  el otoño es la estación más bonita del año, la más poética, melancólica, inspiradora, creativa y colorista que existe. El verano -que a tantos enloquece- me resulta un tanto hortera; la primavera me trae la alergia que impide su disfrute (y su belleza en forma de flor), y el invierno -aun gustándome- enfría las intenciones… Lo mío, pues, es el otoño y por la edad cada vez más…

Éste en concreto viene cargado de proyectos que agradezco: al tiempo que espero, sin prisa pero sin pausa, el prólogo de la amiga y escritora Lorraine, para avalar “La Flor contada” de cara a las editoriales, ha surgido una iniciativa de colaboración para un homenaje al Maestro Bécquer en el 175 aniversario de su nacimiento. Ya daré más detalles cuando sepa y pueda.

Mi agradecimiento desde esta página a Manuel Téllez y a Jesús Méndez Lastrucci, por contar conmigo para un evento que promete.

También estoy bastante animada a presentarme a los distintos certámenes literarios que voy encontrando. ArtGerust ha convocado el segundo concurso para homenajear a Edgar Allan Poe, y ya está publicado mi microrrelato titulado “Demencia” para, si no ganar, sí ser incluido en el futuro recopilatorio de microrrelatos de terror. Este género, del que hay alguna inquietante muestra en mi segundo libro, me resulta tremendamente sugerente… no sé por qué. O sí…

Y de momento, esto es todo.  ¡Nos seguimos leyendo!