Otoño en calcetines de bebé

(Foto: Laniñamariposa)
Ni siquiera sé si existes,
 Si te gusta el otoño o el amarillear de sus hojas.
Y ya quiero encontrarme con tu mirada y que no haga falta sacar la lengua a pasear.
Yo ya me he comprado un vestido de los de dar muchos pasos,
De tomar helados en invierno mientras llueve y las gotitas salpican los cristales de la heladería 
Y de pronto suena " Supersubmarina"
Y mi sonrisa se tiñe de un azul celeste como el cielo cuando está contento o como el helado de pitufo.
Quiero bailar, cerrar los ojos y que te enamores de mis pestañas. 
Ni siquiera sé si existes, pero te pienso y me entran ganas de algodón de azúcar,
 De dedos pegajosos y largas caminatas por calles de adoquines.
Y es que me olvido el paraguas en todos los bares, y el corazón me bombea con prisa,
 Y las flores de mi pelo  se enredan con mis trenzas,
 Llueve fuerte, me despeino y grito palabras que sólo tú entiendes.
Me censuras a besos y tu boca sabe a tormentas de verano
 Y a canciones de verbena en noches repletas de estrellas que se mudan a mi espalda,
 Y sueñas con que te iluminen cada noche, no quieres dejar de mirarlas, 
No quieres dejar de mirarme y sonreírme y silenciarme con besos.
Y yo ni siquiera sé si existes...