Otoño bendecido de colores
que penetras en mi álma
y mis sentidos.
En los caminos
las hojas se resisten a morir
y balbucean doloridas.
Agonia infinita
al atardecer de la vida
con un hilo de esperanza.
Belleza efímera
que se marchita lentamente
y en silencio.
Estallido de plenitud
saboreando el infinito
antes del adiós