Es tarde,
preguntas por qué no hablo de belleza
de las cosas guapas que ocurren
y pienso en Neruda y Benedetti
e intento rimar y comprender
la necesidad que sublima
la desesperanza de cuanto nos rodea
Y armo palabras y versos
para demostrarte que se que existe
la belleza
En el Otoño que luce en tus ojos
multicolores, en la música de tu voz
que oculta el dolor de tus recuerdos
En tu cuerpo hermoso de años
que solicita razón, sin esperanza
Es tarde,
No soy yo quien habrá de abrazarte
para que entiendas de amores
románticos que nublen tu razón
y te retornen a donde quieres estar
Y sigo escribiendo a tu pesar
de todo cuanto rodea la tragedia
que rompe la esperanza
y te conduce a entender que
es lo que hay
la brisa de una mañana soleada
o la luz de una tarde sin prisa
toda la belleza consiste
en un pensamiento
en una palabra amable
que seduce tu razón
y desmaya la realidad
para invocar recuerdos
de un infancia sin obligaciones
sin reglas, sin atribuciones
el tiempo de la felicidad
Es tarde,
Las flores se han marchitado
esperando que las recibieras
y ya no creo en nada
que no haya vivido
Supe del amor, del dolor
de tantas noches solitarias
que acaso fueron estrellas
fugaces de un deseo que
como tal yace en el limbo
de lo que nunca ha sucedido
desesperas mis palabras
como yo desespero tu cuerpo
y me escondo en estos versos
para hablar de ti y de todas
construidas en mi mente
adolescente
o indolente
o acaso engañada
por una sonrisa o una palabra
que invocó las canciones
Es tarde,
La noche convoca tu recuerdo
y me impele, mordaz, sobre
tu cuerpo
mientras espero las fugaces
estrellas que complazcan
mi deseo
de abrir las puertas
de tu deseo