
Ayer,
tras la ventana, mientras las gotas de lluvia descendían en modo "slow" traviesas y risueñas, recordé hasta qué punto la felicidad engendra y conlleva su síndrome de abstinencia...

Ayer,
tras la ventana, mientras las gotas de lluvia descendían en modo "slow" traviesas y risueñas, recordé hasta qué punto la felicidad engendra y conlleva su síndrome de abstinencia...