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Otros 10 clichés del cine y la literatura

Publicado el 18 diciembre 2011 por Vigilis @vigilis

Algunas imágenes, escenas y tramas son empleadas de forma abusiva y exagerada en diferentes géneros y medios por autores que o bien son vagos, o bien utilizan técnicas narrativas de probado éxito.
Veamos algunos ejemplos.
Archienemigos jugando al ajedrez

Otros 10 clichés del cine y la literatura


El Profesor Xabier y Magneto pueden jugar tranquilamente al ajedrez (en este caso está medio-justificado ya que son amigos. Enemigos-amigos). En la película Heat se hace alusión a este planteamiento cuando De Niro y Al Pacino se reúnen en una cafetería. En Star Trek y 007 este es un tema recurrente. Lo cierto es que el mundo real es un lugar mucho más oscuro: en el momento en que tu archienemigo coge el peón, lo lógico es que te abalances sobre él y le hundas los dedos en los ojos o rompas una botella y se la claves en el cuello.

Cascos de astronautas/escafandras con luces en su interior

Si tienes luces dentro del casco, el reflejo en el visor te impedirá ver correctamente. Eso sí, desde fuera te verán bien la cara. Abyss, 2001,...

Guerras terribles que empiezan por tonterías

Siempre y cuando alguien no se pueda permitir el lujo de comenzar una guerra, aprovechará cualquier excusa para comenzarla. Máxime cuando el error de interpretación que la inicia puede ser resuelto fácilmente por niños de cinco años. Por ejemplo en Tormenta Roja (recomendable novela de Tom Clancy en la que describe la Tercera Guerra Mundial entre la OTAN y el Pacto de Varsovia), el detonante de la guerra es un atentado en una refinería soviética que amenaza la economía rusa. Al final del libro, un general americano confiesa que los Estados Unidos estarían dispuestos a venderles petróleo a los rusos (nota: ya les estaban vendiendo cereales). En Avatar (Pocahontas azul y 3D), los humanos prefieren gastar ingentes recursos contra un enemigo militarmente desconocido antes que explotar el unobtanium a quinientos metros de la aldea de Pocahontas. En La Búsqueda 2, Ed Harris prefiere hacer de hampón y anda amenazando a todo el mundo por desvelar un secreto para el que perfectamente puede obtener colaboración académica pacífica.

Hombres de negocios que no atienden a razones

Es muy frecuente ver repetido este tema hasta la saciedad: grandes hombres de negocios han obtenido el éxito económico pese a ser completamente inútiles. Se me ocurre aquí la presentación del ED-209 en Robocop. Que por cierto, hacen un robot bípedo tan grande que no es capaz de caminar por unas escaleras... y lo colocan en un ambiente rodeado de escaleras por todas partes. En El mañana nunca muere, un Polanco de la vida trata de provocar una guerra entre China y Reino Unido... habiendo invertido millones en establecerse en China. En Panorama para matar (otra de 007), a Christopher Walken no se le ocurre mejor idea para obtener el monopolio del mercado de microchips que provocar un terremoto en Sillicon Valley, donde trabajan muchos potenciales ingenieros para su empresa y desarrollan su trabajo muchas empresas que le pueden dar servicio. En Qué bello es vivir, cuando se ve Potterville, el pueblo está hecho un asco, aunque esto signifique que el señor Potter gane menos dinero.


Policías nada profesionales Vacío de poder

Si algo terrible sucede, ya puedes olvidarte de llamar a la policía. Es mejor que os enfrentéis a la amenaza del espacio, a los terroristas o al terrible virus malvado tú y tus parroquianos. Por ejemplo, en la Jungla de Cristal la telefonista ignora a John (que por cierto, él mismo es un policía), en Gremlins la comisaría tampoco responde a las llamadas de auxilio de un pueblo que está sucumbiendo a aberraciones de medio metro. Otro ejemplo palmario de policía incompetente lo tenemos en El Código da Vinci, en la que al principal sospechoso de asesinato se le deja ir solo al baño para que se pueda escapar. En Spiderman 2, cuando Peter Parker cuelga el disfraz, el Beagle dice que la tasa de crímenes aumenta un 75%. ¿En serio, un 75%?

Zonas prohibidas que no lo son tanto

Toda organización malvada que se precie, será una amenaza para las Fuerzas del Bien en tanto consigan establecer cierta posición de poder en función de sus recursos, preparación, equipamiento, organización, comunicaciones, etc. Esto se cumple tanto con la organización de Al Capone como con el Imperio Galáctico de Star Wars. Eso sí, si el jefe malo muere, desaparece o lo meten en prisión, toda la organización caerá como un juego de naipes.


Gente congelada que se despierta a destiempo Futuro Estándar

Si en un lugar existe una zona prohibida o zona de los condenados o algún territorio cuyo paso está prohibido por la autoridad o la tradición, los protagonistas indefectiblemente acabarán pasando por ahí. El mejor ejemplo es El planeta de los simios, pero esto también aparece en El Rey León, Harry Potter, El Señor de los Anillos...

El problema de la hibernación no estriba tanto en el proceso de congelación en sí mismo, sino en poner bien la alarma. En una de las pelis de Alien, la teniente Ripley pasa demasiado tiempo congelada (y por ello es transportada muchísimos años en el futuro). En Idiocracia, el protagonista pasa demasiado tiempo en stasis y se despierta para darse cuenta de que es la persona más lista del mundo. Bueno, los astronautas de la peli original del Planeta de los Simios también tienen problemas con la alarma. En general parece que en el futuro es mucho más sencillo hacer un podio de criostasis que programar una alarma (con un biestable 555 y unos chips más, es bastante fácil hacerla en casa en una tarde tonta).

Hay dos tipos de futuros estándar de acuerdo a las normas internacionales de la ISO:

  1. Post-apocalíptico, tras la Época de las Bombas Atómicas o la Gran y Terrible Plaga. En este caso la gente vestirá como fans del Heavy Metal sin hacer caso a la climatología. Aquí habrá dos tipos de gente: uno, los buenos que son capaces de hacer impresionantes actos de altruismo pese a ponerse a sí mismos en peligro, y dos, los malvados despiadados que jamás atenderán a razones y se comportarán como depredadores (aunque sólo unos años antes hayan sido vendedores de fotocopiadoras).
  2. Futuro normal, aquí todo el mundo tenderá a la homogeneidad cultural, serán aficionados a las costumbres de la época original del viajero en el tiempo y a su vez habrá dos tipos de personas: unas, las defensoras del statu quo, y dos, el subversivo grupo revolucionario que quiere que la tortilla se vuelva. Indistintamente unos serán buenos o malos en función de la moda actual.
Biomas que no cuadran

La cultura benevolente y elevada de turno es descrita como natural de un ambiente agradable, sin cambios de temperatura, escasez, ni conflictos con vecinos. Por su parte, la cultura malvada estándar surgirá en un ambiente hostil y lleno de conflictos. Aunque esto a priori parezca lógico, repasando la historia vemos que sucede justo lo contrario: la filosofía y la civilización con mayor éxito surge en Grecia, que tiene un terreno muy escarpado, sufre frecuentes terremotos y era lugar de continuas guerras. Por su parte, en las islas del Pacífico, ajenas a todo conflicto, las culturas originales fueron incapaces de desarrollar una civilización y, si les dejáramos, continuarían siendo antropófagas.


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