Revista Talentos
De aquellos dorados y difíciles inicios solo quedaba él. Ahora le temblaba la mano y andaba con dificultad. Pero seguía siendo el más resuelto y sanguinario. O por lo menos así se mostraba ante los advenedizos. No podía dejarlo. Lo juró llorando ante su tumba. "Mataré y mataré hasta morir".