Paciente

SábadoRefugiado en las placenteras aguas de la piscina, observo con gratitud, un ligero progreso de mi lesión de cadera cuestión que empieza a motivarme para no cejar en el empeño, después de haber perdido la cuenta de las jornadas de lucha.Me alegra saber que el agua ha ganado en temperatura, facilitando mi estancia bajo el líquido elemento sin necesidad de temblar como una flor y sin tener esa extraña sensación de estar entre cubitos de hielo cual sardina congelada.No es una situación agradable pasar frio mientras peleas con tu maltrecha armadura, conocida como cuerpo…Cada día soy lo más parecido a un edificio histórico en reparación.Será cuestión de armarse de paciencia.