Si el mundo de Internet ha revolucionado a la sociedad en todos sus sentidos, no lo ha sido menos en el ámbito de la compraventa. Hoy en día cualquiera puede montar un negocio, o incluso sin hacerlo, puede convertirse en comerciante ofreciendo al público una diversidad de artículos que les quiere vender, e intercambiando mercancías. Sin embargo, no hay que perder de vista el tradicional consejo de las abuelas de toda la vida: “No te fíes de nadie”. Y menos si no puedes verle la cara.
Internet es universo de fraudes, y nos obliga a adoptar las máximas precauciones. Aunque ciertamente comienzan a salir regulaciones y está todo esto más controlado jurídicamente, hay países como España que todavía no le ha pillado el gusto a esto de las compras online. Y sobre todo, muchos todavía nos echamos a temblar y damos un paso atrás si en la actividad en cuestión nos dicen que hay que pagar en Internet.
Hasta la Guardia Civil nos alerta siempre, que nunca hay que ofrecer datos personales, ni mucho menos datos de las tarjetas bancarias a desconocidos. Ese concepto de desconocido se multiplica cuando el intercambio comunicativo o de transacciones se realiza a través del ordenador. Y es que cualquiera puede estar al otro lado, y por listos que seamos, a veces nos engañan.
Pagar sin tarjetas, ¿pago seguro?
Los avances en tecnología buscan ajustarse a las nuevas necesidades, no sólo en aplicaciones de divertimento, sino también en lo referente a este tema, la tecnología para pagar en internet y que podamos hacer nuestras compras sin que el pulso nos tiemble tanto a la hora de introducir nuestros datos de pago. Hasta ahora conocíamos paypal, como método seguro. Ahora se le han sumado otras formas.
Una de esas alternativas es Amazon Login and Pay. Para pagar en internet sólo te pide que ingreses tu contraseña de Amazon. Es similar a lo que sucede con Facebook, que quienes tenemos una cuenta en la red social somos, digamos, unos privilegiados que nos ahorramos el follón de estar ingresando (y recordando) contraseñas y usuarios contínuamente.
Otra forma es Trustly. Funciona como un banco online que, a diferencia de los otros métodos, no almacena los números de tus tarjetas bancarias, sino que dispone él mismo del dinero que le introduzcas. Muchos ven esto como una ventaja. Aunque eso sí, necesitarás abrirte una cuenta bancaria online.