Esta vez lo haré del libro Allegiant, que acabé ayer por la noche.
El camión se detiene ante un conjunto de puertas dobles y Peter es el
primero en saltar. El resto de nosotros se deja caer al suelo detrás de él y
estamos hombro con hombro, de pie tan cerca que puedo oír lo rápido que
todo el mundo está respirando. En la ciudad nos dividieron por facciones,
por edad, por historia, pero es este caso todas las divisiones desaparecen.
Somos todo lo que tenemos.
Dios mío, lloré con este libro lo que no están los escritos, pero lo pondré en la reseña que estará seguro esta semana, junto con la de Divergente y Insurgente.