“No creerlo todo”. Es la primera frase que he leído al abrir Twitter de un hombre lo más cercano y humilde que he podido conocer en la esfera 2.0. ¿Qué por qué lo digo? Ahora lo entenderéis todo: 13.355 personas, entre ellas me incluyo, le siguen. ¡Qué grande eres! Ahora bien, el sólo se nutre de la información que le aportan sus “196 siguiendo”. Ahora sí, ya me podéis llamar irónica.
Esta misma persona que se dedica a dar tan sabios consejos es el primero que… Dime de qué presumes y te diré de qué careces. No hace mucho publicó una entrada, cuando el tema ya estaba más que aclarado, diciendo que “Whatsapp no sería de pago para Android”. Con mucha educación, y con la esperanza de recibir un mínimo de feedback, le escribí para que rectificase la información. Tarde, 23 Retweets. Imaginaos el alcance. Le seguí la pista durante cuatro días, pero estaba demasiado ocupado agradeciendo a todo aquel que le elogiaba. Nunca más se supo.
Moraleja: No creerlo todo.
Fdo Palabra de una no gurú