Una de las últimas aficiones del Peque es hacer fotos con la cámara digital. Es bueno, doy fe. Le gusta hacer pruebas, enfocar, hacer fotos de más cerca o lejos, perseguir a la gata y sacarla planos en corto, se hace fotos a los pies, a los dedos. Es curioso verle probar, mirar, y disparar.
Y parece que tiene más control de sus funciones de lo que yo pensaba. Su padre al ver que tenía el flash puesto, decidió quitárselo por si le era molesto. Su respuesta fue inmediata:
Peque: - ¡¡Papá!!, no me quites la lumbre de la cámara. La apago y la vuelvo a encender para que salga de nuevo.
El por qué llama lumbre al flash, lo desconozco. Aparece una lucecita roja cuando está puesto, pero mi hijo no es que haya visto muchas lumbres o fuegos en su vida, la verdad.
Y como véis tiene bastante claro que si la apaga y vuelve a encender, las funciones se instalan de nuevo. Así que sí, parece que sabe lo que hace.
