De Homemade
Reconozco que mi memoria es pésima, nunca recuerdo un rostro, un nombre, una fecha importante, ni el final de ninguna película aunque la haya visto ayer mismo. Ni si quiera recuerdo a mis ex-compañeros de estudio. La última vez que me crucé con uno (o mejor dicho que uno se cruzó conmigo) fue extraordinario el esfuerzo que tuvo que hacer para que yo lo recordara: "estudiamos juntos el 1er semestre de Ingeniería", "eramos tres amigos y yo era uno de ellos!", "yo era sí y asao ¿no te acuerdas?", "¡pero si soy Fulanitooo!!", "no ves que ni siquiera he cambiado!! sigo usando la misma talla de pantalones!!!" me dijo casi implorando.
Pero hay cosas que llevo grabadas en mi memoria y que no sé si sirvan de algo, como aquella profesora que me enseñó a hacer papeles artesanales en el Museo de Bellas Artes hace mas de 15 años. Se trataba de un curso práctico para aprender a elaborar papeles reciclados y otros con fibras naturales.
Ella tenía un estilo...cómo decirlo.. "comeflor" es decir, medio hippy y era muy particular en la manera de dictar el curso (podría hacer un post completo con las ocurrencias de la profe). Cuando llegó el momento de explicar cómo hacer papel con fibras de maíz nos pidió que nos sentáramos en el piso haciendo un circulo, "cerremos nuestros ojos y respiremos profundo" no dijo con voz maternal y suave, "ahora, vamos a darle gracias a la mata de maíz" y así lo hicimos. Yo, entre risas, no podía dejar de pensar que la mujer era una loca o por lo menos una excentrica.
De Homemade
Ahora comprendo que sí tenemos mucho que agradecerle a la matica de maíz (quizá ahora la comeflor soy yo), las cotufas, las cachapas, los bollitos, las arepas ¡¡las arepas por Dios!! y estoy segura que el resto de América y el mundo también tiene mucho que agradecerle.
Por eso decidí hacer este pan de maíz (el mismo que había hecho en otro post) pero con una cubierta de tigre que recuerda al cunaguaro. Un pan que sabe a maíz , a cachapa para ser mas precisos, de interior aromático y miga suave, con una cubierta asombrosa y crujiente que produce un contraste de texturas maravilloso. No es la primera vez que intento hacer la cubierta pero esta vez me ha quedado realmente como esperaba. La técnica la tomé del blog La cocina de Ile que de paso posee unos excelentes paso a paso dignos de revisar con calma.
Aquí la receta de la masa interior, para este caso decidí no hacerlo en molde sino tipo barra.
Para la cubierta exterior se requiere:
100 g de sémola de trigo (la receta original lleva harina de arroz pero no tenía a mano)
100 g de agua mas la cantidad necesaria para obtener la consistencia adecuada
3 g de levadura
1 cdita. de sal
1 cdita. de azúcar
1 cda. de aceite
Una hora antes de llevar el pan al horno mezclar todos los ingredientes de la cubierta (debe quedar líquida aunque espesa como si se tratara de un atol). Dejar reposar tapado en un lugar cálido. Justo antes de meter los panes al horno cubrirlos a cucharadas con la mezcla de sémola dejándola correr por los lados. Con una brocha de cocina cubrir los lados que falten sin tocar la parte superior.
Llevar los panes al horno a 225 oC por 30-35 minutos hasta que la cubierta esté dorada y los panes suenen huecos al golpearlos con la mano.
Da para 2 barras grandes (500 g c/u) o varios panes individuales.
De Homemade
Este pan es ideal para preparar sanduches (o emparedados) con cuanta cosa consigan en la nevera ¡ah! y sabe mejor caliente y pasado por el tostador para realzar la corteza crujiente.
PD: Aun conservo mis papeles artesanales de maíz aunque lamentablemente ya olvidé (de nuevo) el nombre de mi ex-compañero de la Universidad :S