Sé cómo te sientes… a la hora de afrontar el duro reto de comprar regalos para Papá Noel o Reyes Magos suele ser todo un desafío. Uno como madre debe articular (como mínimo) dos conceptos: precio y interés/entretenimiento. A medida que el niño crece, la libertad de elección se nos acota mucho más y caemos en juguetes modernos inentendibles… pero que compramos bajando la cabeza.
Para mí, de esos dos conceptos arriba mencionados, el de interés/entretenimiento es el más importante. No soy partidaria a juguetes que no dejan huella en mis hijos, que no les proponen a los niños cierta interacción y motor de fantasías. ¡Sí, lo acepto! Soy la típica madre que regala juguetes de madera, artesanales… pero esto no implica que sean aburridos.
Cada juguete que elijas, especialmente si es un niñ@ entre 12-36 meses, es importante que conozcas la evolución cognitiva por edades para ajustar el juguete a sus etapas evolutivas. Básicamente y a grandes rasgos, los juguetes pueden ajustarse a las edades del niño (pero no debes dejar de lado sus intereses, curiosidades, aptitudes):
De 0 a 6 meses: en esta etapa el niño está en pleno descubrimiento de su propio cuerpo y del entorno. Los juguetes con colores de alto contraste y diferentes texturas como también sonoros son ideales. Por ejemplo: sonajeros, móviles, trapecios, mantitas de actividades, etc.
De 7 a 12 meses: Los bebés en esta etapa son grandes exploradores y sienten fascinación por los objetos que les inciten al movimiento como una pelota, balancines, caballitos mecedores, etc.
De 13 a 18 meses: ¡Elige juguetes para apilar, para encajar! Cubos, piezas de madera, cilindros para encastrar.
De 19 a 24 meses: El niño ya tiene ganas de crear y moverse por sí mismo: pintar, crear con plastilina, dibujar, tocar música, jugar con muñecos/animales creando mínimas interacciones, etc.
De 2 a 3 años: No te asombres si te piden una plancha o una caja de herramientas. En esta etapa los niños imitan su realidad más cercana, recrean lo que hace el padre o la madre.
De 3 a 5 años: El niño coge mayor independencia y elige aquello con lo que realmente disfruta y pueda desarrollar su juego simbólico: cuentos, casitas, pizarras, etc.
De 6 a 8 años: No te equivocarías en elegir un juego de mesa, o juegos manuales y creativos.
De 9 a 11 años: Los juegos de desafíos y los deportes son los regalos estrella. Se trata de regalos que implique un trabajo exclusivo de la habilidad mental y/o física.
+ 12 años: ¡Simple! Regalos que alimenten su identidad: libros, música, tecnología, videojuegos.
Como ya os dije, se trata de consideraciones estándares. Por ello es importante estar muy atento a los intereses que expresa el niñ@. ¿Qué os parece?