Foto: Flickr | manoj damodaran
¿Alguna vez has pensado en orar por el diablo? Yo nunca, pero mi hija sí. Resulta que la Chiqui estudia en un colegio católico y ya la están preparando para la primera comunión.Como parte del proceso se les va hablando de diferentes temas y entre ellos está el de orar por los pecadores.
Un día llega del colegio y me hace una de sus famosas preguntas:
─Papá, ¿por qué nadie ora por el diablo?─
Por poco infarto. Las orejas se me pusieron calientes y en ese momento pensé “trágame tierra”. ¿Y ahora qué rayos hago?
─¿Por qué preguntas?─
─Porque mi maestra de religión dice que debemos rezar por los pecadores y su conversión y Yo pienso que si el que nos hace pecar es el diablo, pues tenemos que rezar por él para que no haya más pecado.─
─Humm, buen punto pero la verdad es que esa pregunta es demasiado fuerte y difícil de contestar. Yo creo que ni en Google® encuentro la respuesta. Necesito consultar y te dejo saber.─
Les confieso que de todas las preguntas que me ha hecho hasta ahora, creo que esta es la más compleja. Por tal razón, tuve que hacer una consulta teológica con un amigo sacerdote y de esa conversación esto fue lo que en palabras simples pudimos sacar para que la niña pudiera entender:
“El diablo, antes de ser malo, era un ángel bueno. Pasó por una prueba y eligió hacer lo malo en vez de lo bueno. Por esta razón solo puede hacer lo malo, porque fue su decisión. Lo que podemos hacer con nuestra oración es que Papa Dios limite su poder para que no le permita hacer tanto mal. Y de hecho, así Dios lo hace. Pero nosotros también debemos poner de nuestra parte. Si nos portamos bien, si obedecemos a nuestros padres, si cumplimos con nuestras tareas, limitamos su poder y hacemos que ese enemigo no haga tanto daño”.
¡De verdad que Ser Padre está de Madre! ☺
Y tú, ¿qué hubieses dicho?