Fue entonces cuando descubrió un trozo de papel y un bolígrafo en frente suyo.
Se apresuró en ir a plasmar su idea en cuanto le llegó. Tardó varios minutos en llegar al ordenador, que tardó otros tantos en encenderse. Cuando lo tenía todo listo, de su idea solo quedaban borrones.
Fue entonces cuando descubrió un trozo de papel y un bolígrafo en frente suyo.
Fue entonces cuando descubrió un trozo de papel y un bolígrafo en frente suyo.