Para j

Esa tarde te vi en la playa, yo buscaba, olas tsunámicas, ser testigo ante un juicio de la muerte del sol, o una historia, de cómo las espinas se despojan de las rosas y te hallé.
Cuando te pregunté qué buscabas me dijiste: Nada…Pero llegaste tú.
Con J me siento nada, porque siento todo, aquello que es etéreo y maravillosamente bello.
Me presentó al presente, me hizo olvidar el pasado y el futuro, me hace conocer la belleza de cada paso, no me roba el encanto.
He aprendido con él, que uno sólo se tiene a sí mismo, que en una cama sólo son dos, que uno y uno son tres, que cuatro letras cambian la vida, que cinco noches de felicidad no son una utopía, y que debo hacer mi lista de deseos posibles…cosa imposible, para alguien que vive soñando.
Cuando estoy con él, no existe el día o la noche, el tiempo no se viste de horas, el tiempo es sólo tiempo, y él y yo somos eso.
Me cuenta de todas las pieles de las que se ha vestido, de los océanos de pasión que ha cruzado, de las tierras que como Pizarro ha conquistado y yo siento que me he vestido de esas pieles, he cruzado esos océanos y que he conquistado esas tierras, a través de él.
Hoy le enseño mis heridas, mis estigmas, me despojo más que de la piel, de mis prejuicios, de mis caretas, de mis yo, y soy sólo un yo, verdadero… porque sé que él es él AMEN.
PARA J…A 365 DÍAS No son sólo 365 días, no es un año, porque que puede ser sólo un día.
En este día he descubierto que te aman como quieres que te amen, que la persona que es leif motiv de tu amor, en realidad eres tú, pero en él.
Me veo en lo ojos de J, me escucho en su boca y sólo deseo, que se sienta desnudo en mis versos, porque son su reflejo.
Un mar de arena blanca, cangrejos caminado por la orilla, olas no muy altas pero espumosas, muelle como un atalaya y un sol que te acaricia, eso somos J y yo.
Escenario iluminado a media luz, un violista tocando sin partitura, una pianista tocandolo con los ojos cerrados eso somos J y yo.
Cuadros que jamás nadie ha pintado, galerías en blanco, porque sólo queremos caminar de la mano, eso somos J y yo.
Cóncavo y convexo cuando el sol se da de baja y la luna de alta en un cielo, que no es límite para dos almas que siendo dos pesan 21 gramos de todo y nada.
Daniela: Gracias J por ser mi reflejo o permitirme ser el tuyo.