Dicen que un día en Córdoba, de madrugada el cielo se alumbró, dicen que yo presencie tal momento y que la alegría también lo presenció. Recuerdo cada instante de aquella noche, larga dicen, corta recuerdo, la Mezquita sus luces encendió, porque su reina acababa de nacer. Cuantas lagrimas tu derramases yo derramé, cuanto sufrimiento, sufro yo. No sabría explicarte, ni expresar lo que siento cuando escucho tu voz. Solo quiero que sepas, que ni mil kilómetros ni un millón, impedirán decirte lo mucho que te quiero yo, Te Quiero con locura, Sara.
Para Sara de tu tito Juan Ma, que no hay un instante que no se acuerde de ti. Te Quiero Mujercita.