Querido R1,
Hace sólo dos años yo estuve en el mismo lugar que tú. Primero en la puerta del centro de salud, preguntándome si valdría para este trabajo y luego frente a la de Urgencias, planteándome cómo iba a conseguirlo. Por eso sé que estás asustado como un conejito. Pero que sepas que empezar esta nueva etapa de residente es lo mejor que te podía pasar. Y como decía una amiga "está todo en el coco".
Recuerdo las risas compartidas, cuando conocí a mis amigas, los primeros cursos, mi primera guardia, las fiestas en verano, las deseadas vacaciones, el primer congreso y lo que me enseñó una compañera R4 de Familia en su día: "R1 bienvenida, R2 disfruta, R3 estudia y R4 adiós". Así que a ti te doy la bienvenida, a mí me toca poner los codos y empezar a estudiar para aclarar todo lo que he ido registrando en mi cerebro en los últimos dos años y que tenga algo de sentido.
Me dijeron tantas cosas al principio... Que el tiempo se me pasaría muy rápido y así ha sido. Los días se pasan volando y tengo la sensación de que se me escapa la vida de lo rápida que va. Que mis preocupaciones y dudas irían cambiando a medida que iba aprendiendo y así ha sido. A veces me parece que la que empezó la residencia es una persona completamente diferente a la que soy actualmente. Que me iba a sentir como en familia y así ha sido. Es muy reconfortante saber que no trabajas solo, sino que eres parte del equipo y esto te lleva a conocer con frecuencia a personas geniales. Que sería duro coger el ritmo de trabajo y sobre todo, de las guardias y así ha sido. Hasta el punto de que cuando tengo guardia entro en el Servicio de Urgencias con el pie derecho por si eso pudiera ayudar. Malamente.
Entre tú y yo lo que quiero decir es que no tengas miedo, porque lo más duro de tu carrera ha sido llegar hasta aquí y ahora viene lo mejor. Disfruta cada momento y cada experiencia. Yo lo hago. Sin dejar de agradecer cada día lo que aprendo y la gente maravillosa que voy conociendo por el camino.
¡Buena suerte en tu viaje! ¡Bienvenidos!