Me escondo detrás de tu nombre, te utilizó para ocultar lo que escribo y no descubrirme ante todos, conocidos o no.
Miento a través de ti porque no te reconozco. Me sirves como escudo para cubrir mis desdichas, mis alegrías y mis verdaderos deseos.
Pongo tu nombre al final de lo que escribo y no tengo valor de poner mi rostro junto a tu nombre.
Me he servido de ti para iniciar un proyecto que amo y no me atrevo a aceptar como mío.
Eres esa presencia dentro de mí que permite que mis sentimientos salgan a flote, que me inspira para escribir lo que siento, lo que imagino y lo que amo.
Otro yo que no conocía, que surgió de pronto un dia sin pensarlo y sin proponermelo, que tiene otro nombre. Dos partes de un todo inseparable que siente, piensa e imagina diferente dentro de un mismo cuerpo.
Algun dia te dare mi rostro y sin temor les diré a todos quién eres. Pero para eso yo tengo que aceptar lo que siento, lo que soy y lo que quiero.
Ahora solo puedo darte las gracias por tu comprensión y tu complicidad y asegurarte que amo lo que representas en mi vida, eres mi modo de decir lo que siento y lo que escondo en mi corazón, mis verdades, mis mentiras y mi inspiración.
Eres esa parte de mi que los que me conocen no saben, mi dulce secreto y mi resurrección y prometo que cuando pueda decir a todos quién eres, tendrás todo lo que ahora no tienes, mi aceptación, tu lugar, un rostro y una realidad.
Gracias, gracias, mil veces gracias por ser mi inspiración.