Escapé de la fuente que inunda todas las gargantas que no calma la sed de altura ni lava la piel tatuada de calumnias.
Escapé de la mano que paternal me robara el grito, la exclamación de libertad.
Libre para morir de frío en el mar insondable de la vida o caminar descalza en la abrumadora brasa de su arena.
Para vivir,
para viviral borde de la vida o de la muerte,al vértigo del hielo o de la llama.