Arquitecto de SueñosComo muchos ya sabreis, hoy es la tercera jornada para publicar relatos en la iniciativa "Primavera de microrelatos indignados" por ello rescato este cuentecillo por unas horas. YO TAMBIÉN ESTOY INDIGNADA. Por fin soñé con alguien con mucho pelo en la cabeza y me emocionó tanto que me despertó. Llevaba una especie de gabardina de color verde. Si ese verde maravilloso e inconformista, reaccionario y sufrido, ¡el mismo que llevo yo! Tenía las espaldas anchas, fuertes, de las que pueden soportar el peso de los mundos, quien sabe, lo mismo estaba encorvado pero, ya no lo recuerdo. No vi sus pies, no vi sus manos. Pero sabía que era por la mañana, temprano, y que iba a trabajar. Debajo de su brazo, el izquierdo por supuesto, portaba un paquetón de 12 rollos de papel higiénico blanco y simple, de esos que usamos los trabajadores, esos mismos que llevan escrito sobre su plástico contaminador: 40 metros de rollo. 326 servicios por rollo. 148 gramos de celulosa por rollo. 1776 gramos de celulosa por paquete. Pasta de celulosa 100%. Y además en letras muy grandes ponía también: doble rollo. Por cierto, que no es lo mismo que doble capa. Este futuro parado de mi sueño, además de pelo tenía mucha clase, no cabe duda. ¡Ojalá no me hubiese despertado! Sabría para quién era el papel, si era un regalo de despedida para sus compañeros, sufridores como él; o era una forma elegante, pero muy elegante, de mandar a su jefe a cagar.