Arena recién abandonada la orilla. El calor consigue esta tonalidad rosácea en esta fotografía.
Aquí se pueden apreciar las dunas invadiendo el bosque de pinos.
La ruta se inicia con un recorrido por la costa, con la marea alta, mojando las ruedas con las olas que rompen en la orilla. Pasado ese tramo, entramos en un paisaje dunar impactante a más no poder. Se trata de dunas móviles que poco a poco van enterrando los pinos hasta lograr un paisaje como el que vemos aquí. Por la proximidad a la costa, si excavásemos simplemente un metro, encontraríamos acuíferos, y es por esto que puede uno descalzarse y caminar sobre esta fina arena sin quemarse.
En lo alto de la duna conseguí afincarme, tras un larguísimo recorrido descalza por esta gigantesca duna.
Prácticamente arriba del todo, ValGarGon toma esta panorámica en la que se aprecia que todavía hay copas de pinos por debajo de nuestro nivel. A la izquierda, el todoterreno que nos llevó hasta aquí.