Hablar de las ex parejas siempre resulta complicado. Incluso cuando se está solter@. Es una vuelta al pasado. El sentimiento que puede despertar depende cien por cien de cómo se acabó lo que siempre empieza como la perfecta historia de amor. Un día sales de marcha conoces a alguien interesante, seguís quedando y lo vuestro va cogiendo color, tanto que a veces es hasta del mismo color que tu familia y tú del mismo color que la suya. Los hechos, tarde o temprano, ocurren rápido. Y al día siguiente, digo siguiente, por abarcar cinco años de relación, diez o incluso tres meses, el fuego se apaga, nada es lo que era, uno de los dos metió la pata o simplemente hay un corazón que no late por el otro.
Cuando el fin es de esos que se les llama “ de mutuo acuerdo”, pues recordar el pasado es bonito, dibuja una sonrisa en el rostro e incluso veros a menudo supone algo tan sano como pasar un buen rato entre amigos. Eso sí, cuidado si lo vuestro no tuvo un buen punto y final. Y si hasta a veces es punto y seguido. Puede resultar una pesadilla echar la vista atrás.
Lo mejor, lo más bonito, pues aunque suene egoísta, es cierto. Es cuando tú diste el último paso y hoy por hoy sigues pensando que fue lo correcto. Retroceder, imaginar, recordar, es tan amoroso y dulce que a veces confunde. Inundarte de pensamientos cubiertos de amor, ver fotos de su futuro y ser feliz. Ver fotos de vuestro pasado y ser aún más feliz. Tal vez hiciste daño en su momento, romper corazones no es algo agradable para nadie. Pero si algo te va dando la experiencia es, que en la vida todo pasa por algún motivo. Y ahí está, con un bebé y rodead@ del nuevo amor de su vida.