Revista Talentos

Pasando por caja

Publicado el 09 abril 2011 por Francissco

Progresía remunerada.

Yo quiero ser progresista así, de esta manera. Mirando las continuas transferencias a mi cuenta corriente, nutrida la misma con generosidad por las arcas públicas.

Quiero ser uno de ellos. Ya sé de sobra que el montante que pillan los Botines y Ruiz Mateos es mas gordito y mucho más imperdonable. Pero, tal y como hacen las cebras con los ñúes, el progresista contemporaneo corre en paralelo y convive con los plutócratas en bella armonía .

Es el trepador inteligente, el que aprovecha para poder progresar el.  En tiempos de individualismo narcisista, de imagen, de pose, etc, lo que sigue contando es lo de siempre, lo de toda la vida; el confort de tu nicho. Pero, esta vez y como novedad, es preciso “justificarlo”. Hay que darle un discurso que lo defienda. Aunque para ello perviertas el lenguaje entero.

Pero debes de ser muy astuto, eso sí. Los banqueros ganan más, pero les cuesta lo suyo en imagen pública, aunque bien es verdad que esta se la trae al pairo. Pero a los políticos de escaparate lo que les importa es, ante todo, manejar primero que nadie las condenas morales, para así evitar que las mismas les caigan encima.

Es lo que siempre se practicó en al antiguo Telón de Acero y que Lippmann denominaba “las tenazas verbales del espíritu”.

Pero para desgracia de estos cuentacuentos actuales, lo que no se deja atenazar es la contabilidad.

Gracias a Vincent Vega por compartirlo en su muro. Y a Kotinussa por sus cifras de escándalo.

Saludos sin tenazas.

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog