Pasando, que es gerundio

“Y ahora que me dices ven… Es ahora cuando te digo que te den”

En el campo del amor hay ocasiones en que no tienes que mostrar tus garras, ni demostrar todo el afecto del mundo que tienes hacia esa persona ni llenarle de detalles regalados para conseguir su amor… No hace falta nada de eso, porque la persona en cuestión no se siente atraída hacia ti, ya sea por la manera en que llevas el pelo, el look que luzcas, las palabras que salgan por tu boca, el sudor que emanas por todos tus poros, el perfume demasiado intenso que lleves, la imagen de idiota que tengas en determinadas ocasiones, los gustos estrafalarios que tengas, los gustos sosos que no llaman la atención de nadie… Y un largo etcétera más.

El amor nadie dijo que fuera fácil, sería mucho mas sencillo el sexo, porque es un amor duplicado sin sentimientos solamente aderezado con un toque de pasión, nuestro afrodisíaco preferido. Pero ya sabemos que los hombres somos animales extraños por naturaleza, y que teniendo sexo gratis, preferimos lo complicado, que es sentirnos embriagados dentro de una nube tocando canciones con el arpa… Fruto del hecho de “estar enamorado de esa persona”, y si además podemos tener relaciones sexuales con ella, mejor que mejor. Como me dijo un amigo el otro día: “solo me falta conseguir una banda, hacer mucho dinero, ser famoso y retirarme de trabajar”. No guapo, tu ya tienes muchas cosas, así que déjanos el resto para otros. Pero los hombres somos animales ambiciosos por naturaleza, nunca nos conformamos con poco, puede que algunos si lo hagan, pero muchos desean tener más, más, y más hasta casi explotar de felicidad. Y es que muchas veces la felicidad es incompleta… Pero no nos vayamos del caso, el caso es que todos deseamos tener el combo perfecto: “amor +  sexo + felicidad + dinero + trabajo + comodidad” A lo que se le puede añadir cualquier “extra” más que estés pensando ahora mismo.

Por esa razón muchas veces nos fijamos en la persona menos adecuada para ti, así que hacemos todo lo posible para acercarnos a ella y conocerla un poco mejor pero… ¡Sorpresa! Resulta que ella no tiene ningún interés especial en ti, así que decides ser su amigo, y cuando dejas de estar pendiente, intentando complacerle con pequeños detalles, cuando decides que aquello está perdido y comienzas a verle como lo que es, un ser como otro cualquiera con algunas virtudes que te gustan pero tampoco son tan grandiosas, las cuales puedes verlo en otra persona… Casualidades del destino, él viene hacia a ti a través de un mensaje, a través de un gesto y tu solamente te echas a reír.

Creo que el karma me ha dado la razón. Ahora ellos dos regresan a mi, el primero me envía mensajes para quedar, el segundo deja colgado a la chica con la que está hablando para hablar conmigo, eso sin contar los besos (uno en cada mejilla)… Que antes parecía salir huyendo. Y yo, ahora que estoy centrada en otros asuntos,  y que el tema de ”los hombres” me da alergia solo me sale una frase en mi mente y en mi boca: “pasando, que es gerundio”.