"El método seduce a gentes sometidas a una ética laboral implacable: alemanes, japoneses y norteamericanos.
El uso de una cámara aplaca la ansiedad que sufren los obsesionados por el trabajo cuando están de vacaciones"
Mi técnica de caza es el acecho estático. Estudio la orografía del terreno y busco las zonas más desprotegidas para mis víctimas. Me coloco a una distancia prudencial. Suficientemente lejos como para no ser vista, suficientemente cerca para abatir a la presa.
Mantengo oculta mi arma y, con el factor sorpresa de mi parte, apunto. Y disparo.
Tendencia cazada. Gracias a los que versionan la pasarela en el asfalto, hoy, lección práctica: las tendencias del verano que nos abandona.
1.- El sombrero. Por suerte, el modelo cowboy decae. Por desgracia la enorme pamela hollywoodiense sube enteros. Pero el rey es el panamá. En la playa o en el aeropuerto. Sin panamá no hay vacaciones.
2.- El estampado pañuelo, lo que los modernos llaman "print pañuelo". Para regocijo de las amantes de lo barroco, el horror vacui y el "antesmuertaquesencilla", Dolce&Gabbana decidió que tenía excedente de pañuelos y que había que sacarles partido (teoría conspiranoica propia). Las low cost (la primera foto es una camiseta de H&M y costaba, creo recordar, unos 10 euros) copiaron la idea y la playa acogió amorosamente al pañuelo-blusa. Y, para mi sorpresa, funcionan.
3.- Llevo tu nombre tatuado. Puede que sea obsesión mía pero he visto más tatuajes este verano que en toda mi vida. Algunos tan grandes que me mareo con solo imaginar el dolor. Conclusión: mientras todo está su sitio, estupendas. Cuando la ley de la gravedad mande, ya veremos.
4.- El posado veraniego. Desde que Ana Obregón no nos regala sus míticos posados veraniegos, nos hemos quedado huérfanos de sirenitas. Aunque este año he observado que aumenta el número de posados en la arena, sin duda por culpa de las fotos de perfil de Facebook y Tuenti. Nótese la diferencia entre el posado Paris Hilton: más inocentón, más Barbie Malibú ...