Revista Talentos
Aunque la calle parecía tranquila, sé que todos los peligros esperaban a que yo saliera. El coche que subía la cuesta acelerando, el camión de la basura que daba marcha atrás, los perros del vecino del portal izquierdo, las gaviotas nocturnas... Todo era un despropósito para un tranquilo paseo gatuno.