Pasión

Publicado el 14 mayo 2014 por Cads @CaDs

No importa cuanto te guste una cosa, si pasas el tiempo suficiente practicándola, terminarás por darla por sentado y te terminarás aburriendo.

O no?

La frase anterior la he escuchado / leído varias veces en diversos lugares.
Creo que parte de la ambición humana consiste ponerse nuevas metas a medida que vamos consiguiendo lo que nos proponemos.
Si bien en muchos casos esto está bien visto e incluso se fomenta en nuestra sociedad actual (encuentra un trabajo mejor, gana mas dinero, compra una casa mas grande, un coche mas rápido….) en la mayoría de los casos prácticos que yo he tenido oportunidad de observar (propios como ajenos) esto sólo lleva a una permanente insatisfacción.

No me malinterpretéis, creo que es importante tener diversas metas en la vida y hacer todo lo posible por alcanzarlas. Pero creo que es igualmente importante mirar hacia atrás de vez en cuando, reconocer todo lo que has conseguido hasta el momento y “saborearlo”. A veces sienta bien contemplar el lugar y el momento en el que estamos y de todo lo que nos rodea.

En mi caso, vivir en Japón era una meta que tenía grabada a fuego en algún lugar de mi cabeza. Llegó un momento en el que todo lo que hiciera que no estuviera orientado en esa dirección lo percibía como una pérdida de tiempo absoluta.
Tal vez por eso hace algunos años atrás me daba por trabajar en 3 o 4 proyectos al mismo tiempo, tanto para ahorrar como para llegar a ser lo “suficientemente bueno” programando como para poder competir por un trabajo en Japón.

Ojo, no me arrepiento de nada. En ese camino conocí a mucha gente que a día de hoy forman parte de mi entorno, ya sea más o menos cercano y muchas de las cosas que hago a diario en mi trabajo actual las aprendí durante esos años.
En mi tiempo libre leía todo tipo de cosas sobre cultura japonesa y estudiaba japonés en una pequeña academia. Los trayectos en bus me los pasaba usando aplicaciones en el teléfono para aprender kanjis (las cuales han demostrado no funcionar muy bien que digamos…) y lo cierto es que a día de hoy llevo ya casi 3 años y medio llamando a esta ciudad mi ciudad.

Pero era todo ese sacrificio necesario?
A veces no puedo evitar que esa pregunta me ronde la mente y lo cierto es que sigo sin tener ninguna respuesta.

Si es cierto que podía haber pasado menos tiempo dedicado a venir a Japón y disfrutar mas de mi familia, mis amigos o simplemente disfrutar de tiempo libre. Pero de haberlo hecho estaría hoy aquí?

Japón era (y sigue siendo) una de mis pasiones fundamentales. Una de esas cosas que me hacían (y siguen haciendo) vibrar. Lo mismo puedo decir de la fotografía, de la programación y ahora del Karate.
Pero no puedo dejar de lado esa sensación que acompaña a cada una de mis pasiones.

“Ultimamente no estoy haciendo ninguna foto.”
“En la reunión de hoy no entendí la mitad de las cosas, debería de estudiar mas japonés.”
“Sigo siendo lento a la hora de atacar y este bloqueo no me termina de salir.”

Por eso a veces me da la vena y me voy un par de días a algún rincón de este país solamente a hacer fotos. O me paso un fin de semana entero yendo a una cafetería a estudiar, o alquilo un pequeño estudio cerca de donde vivo para practicar por mi cuenta las patadas sin armar escándalo en casa.

Creo que no es malo tratar de mejorar tu situación actual, sea la que sea. Pero lo que estoy tratando de aprender es a no infravalorar todo lo que tengo.

“Tal vez últimamente no salen las fotos que quiero hacer, pero las fotos de la semana pasada son mucho mejor que las que sacaba hace un año.”
“Hoy no he entendido la mitad de las cosas en la reunión, pero últimamente desde que me levanto hasta que me acuesto sólo hablo en japonés con la gente. Hace 2 años eso era impensable”
“Aún no giro bien la cadera al patear, pero es que hace 6 meses no podía levantar la pierna por encima de la cintura, y ahora pateo por encima de mi altura”

Son pequeños cambios que hacen que mi día a día sea más llevadero. Me ayuda a mantener el foco en lo que considero importante y a la vez no obsesionarme.

Cuando lleguen esos momentos en los que levante la vista y vea todo lo que me falta por recorrer, he decidido mirar hacia atrás y ver todo lo que ya llevo recorrido.

Porque no quiero aburrirme de mis pasiones, porque quiero seguir disfrutando de las cosas que he disfrutado hasta ahora, y porque el principal responsable de llevar una vida feliz y satisfecha soy yo mismo