He alzado la voz estrangulada, para clavarte en las olas, llenar los alfabetos de cómo te llamas esculpiendo tu nombre y negar el resto de palabras.Te he llamado en los aromas de los fríos y los calientes, del humo y los estraperlos de los cafés como hierba susurrada en una taza.Y te he bebido a sorbos lentos, y te he escrito un poema cubierto de olas frente a un mar lejos de mi orilla, soñándote rebelde, columpiando el espigón en temible oleaje.Y te he imaginado feroz, en lucha constante, con revoltosas olas por Levante, columpiándome en tu brea, tus escorzos y salitres. Y al pasear por la playa mis huellas sin quererlo han delineado tu nombre. Sonreí al darme la vuelta y quise empaquetarlo para hacerte un regalo. Pero una de esas olas traviesas se lo llevó hacia el horizonte. Y al abrirse el envoltorio con la resaca de un travieso presente, se dibujó como la espuma en la comisura de tus labios una sonrisa.… ya que dentro de él, estábamos tú, la ola y yo, entre esos pasos perdidos que sí alguna vez dejaron huella.Fotografía EM. Serie, De soles y lunas, 2013.