Revista Literatura
Pasos de marioneta,
Alfredo Gómez Cerdá,
Madrid, SM, 2014
¿Qué es una marioneta? ¿Quién mueve sus hilos? ¿Las personas podemos ser marionetas? ¿Cómo luchar contra ello?
Alfredo Gómez Cerdá en el segundo título de la serie “Las redes del silencio”, titulado Pasos de marioneta compone una novela de tesis, podríamos decir, porque hay algo más que una buena historia, hay algo más que un excelente relato. Pasos de marioneta demuestra como una persona, que huye de sí misma, es capaz de inventar una historia, tramarla, urdirla, interpretarla y casi creérsela con un fin concreto como es que las personas que la rodean, sus padres, en este caso, actúen como tales. MK es una joven problemática, lista, aunque poco trabajadora, que tiene una autoestima maltrecha a causa de las continuas broncas y malos tratos que recibe de sus padres, una pareja separada que no encuentra su lugar en el mundo. MK, apoyada por su novio, decide vengarse de todos en la figura de su profesor de biología, L., un docente extraño, muy callado, que vive en su propio mundo y que apenas actúa en la novela, aunque despierta las simpatías del narrador y del lector. MK lo acusa de violación, a causa de un suspenso, y lleva la acusación casi hasta las últimas consecuencias.
Mientras, el mundo se vuelve loco. Los amigos de L., Patricia y Germán, tratan de averiguar qué ha pasado realmente; el policía que investiga el caso es un hombre brusco, aunque justo que trata de unir todas las piezas del puzzle y los padres de MK,m superado el mal trago, se venden al mejor postor y acuden a cuantos programas de televisión pueden para comercializar con el supuesto dolor de su hija. Mientras MK siente que su mundo ha estallado en mil pedazos y que ya no es capaz de controlarlo. Un último resquicio de lucidez, gracias a la psicóloga que la atiende, hace que quiera dejar de ser una marioneta y empezar, de verdad a ser una persona distinta y mejor.
La novela, escrita en tercera persona por un narrador omnisciente, acompaña a MK en su evolución psicológica, en sus dudas e inseguridades y muestra cómo va creciendo y madurando como personaje.
El relato, estremecedor, es una crítica ácida y valiente a los medios de comunicación sensacionalistas que buscan solo carnaza y que emplean a las personas como objetos de quita y pon con tal de que aumente la audiencia. En ese contexto, los padres de MK aparecen como las figuras vulnerables de un sistema atroz. Hay otros muchos personajes, ya que la novela presenta distintas voces (la directora del instituto, el conserje autosuficiente, la psicóloga de la policía…), que permiten que Pasos de marioneta se lea de manera ágil, sin tregua porque el tema que plantea es tan demoledor y terrible que el lector, joven o adulto, no puede parar de leer.
Alfredo Gómez Cerdá sigue en la línea de El rostro de la sombra, aunque esta vez el final no queda abierto. Las novelas que forman parte del proyecto “Las redes del silencio” podrían calificarse de “higiénicas” porque sanean nuestra sociedad, tan deshumanizada en muchos aspectos, y denuncian, sin miedo, situaciones vergonzosas.