El humo del ayer perfila siluetas nuevas, un desnudarse dejando atrás la sombra de lo que nos arrastra y nos persigue.
Toreo mis tacones, y los incito a seguirme, y sin querer que me rediman de ningún pecado, los dejo que adelanten mis sombras.
A cada paso que damos dejamos atrás otro yo, y le desgarramos la piel. Lo miramos al espejo, en fotogramas e imágenes peliculeras, y ahí sigue, perplejo, sonriente, inquieto, o asustado según los días, pero sin dejar de ser nosotros mismos. Nos persigue en leves humaredas, y va perfilando siluetas en el tiempo.
Somos retazos en continuos recosidos, unos cuantos pespuntes hechos al vuelo de las horas.
Sólo un viento amigo es el que nos empuja al cambio. Y vislumbra el desvanecerse etéreo de un viejo yo que sigue caminando dejando atrás los pasos perdidos y el alma prendida en alguna desmembrada veleta.
La imagen es de Steve Richard, por si quieres saber más... haz un CLICK
Reposición de un antiguo texto publicado en 2012.