Ponerse a cocinar un platazo tan exquisito como éste (fuera humildad) es un gran placer. De verdad os lo digo. Aunque he tenido que sacrificar una preciosa tarde de playa por este gran hobby que tengo, el cocinar, ha merecido la pena. Lo podéis comprobar en las fotos. Si la hacéis os encantará! Palabra de bloguera jajajaj. Ahora, amores míos, atentos a la receta. 3, 2, 1… ahí va:
Ingredientes (aquí los tenéis de forma gráfica):
- 400 gr. de gambas peladas (yo le he puesto langostinos también, aunque debo decir que las gambas son la clave, sin duda alguna)
- 200 gr. de gulas
- 350 gr. de pasta (yo he utilizado tallarines)
- 3-4 dientes de ajo (bien grandes)
- 400 gr. de nata para cocinar
Modo de preparación:
- Ponemos a hacer en una sartén con un chorrito de aceite las gambas escurridas bien. Pelamos y rallamos (o picamos bien) el ajo y lo añadimos a las gambas. Mezclamos y añadimos las gulas y la nata. Removemos bien, sazonamos y dejamos hacer un poco más hasta que se haya evaporado un poco la nata.
- En un cazo ponemos a cocer la pasta con una hoja de laurel (si la tenéis, claro), un poco de sal y un chorro de aceite tanto tiempo cuanto nos ponga el fabricante.
- Hecha la pasta, la escurrimos y la añadimos a la salsa hecha antes. Removemos, servimos. Ahora si tenemos un poco de queso en polvo (como en mi caso Grana Padano), será un gustazo extremo. Y si sois, como yo, fans de la cerveza, os aconsejo que acompañéis vuestra pasta con una de esas.