Fernando Aramburu
Tusquets Editores
648 páginas
El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por elfanatismo político.
Así que, cuando descubrí que Oasis Literario había organizado una lectura conjunta, no dudé un instante en apuntarme y darle una oportunidad a una novela que llevaba tiempo poniéndome ojitos.
¿Y qué tal me ha sentado esta prenda? Maravillosamente. Ha cumplido las expectativas que tenía puestas en ella. Ha despertado en mí emociones de todo tipo: impotencia, compasión, pena, odio... pero, sobre todo, he sentido dolor. El dolor de la pérdida y la asfixia del silencio y del miedo.
¿Qué hilos entreteje? Patria es un puzle de pequeñas piezas en forma de capítulos cortos que poco a poco vamos encajando hasta lograr finalmente una imagen nítida y emocionante. No sigue una estructura temporal lineal sino que lo vamos montando a través de saltos en el tiempo. Saltos pensados, organizados de forma y manera que ayuden al lector a encajar la historia sin holguras.
Para mí, ha sido una historia de personajes, sin ninguna duda. Personajes tan imperfectos que los hace perfectos para una novela que quiere mostrarnos el lado oscuro de un enfrentamiento entre hermanos, el lado oscuro de la intolerancia, la cobardía, el silencio, la violencia... Y también la luz de la comprensión, la aceptación, el perdón...
«Miró sus ojos, tensa, desafiante, en espera de que comenzara la película de sus recuerdos, el relato de su vida rota en escenas. Sí, rota, rota en trozos de cristal a la manera de una botella que se le hubiera caído al suelo. Y en cada añico, un recuerdo, un episodio, las sombras y figuras dispersas del ayer.»
Patria
¿Cuáles son las tonalidades en las que se mueve? El drama. Para mí Patría es un drama sin edulcorantes (a pesar de que las dos matriarcas de esta historia te roben alguna que otra sonrisa con su... como son ellas). Un drama verosímil y costumbrista tejido con un lenguaje cercano, tan cercano que a veces se asemeja más a la forma de hablar que a lo que la norma escrita marca.
¿Qué puntos, bajo mi punto de vista, favorecen el tejido? Sin lugar a dudas, sus personajes. Como ya he dicho antes, para mí es una novela de personajes y cada uno de ellos tiene un papel determinante que nos ayudará a comprender el crisol de comportamientos y creencias que construyen este conflicto. Cada uno tiene su propia historia y encajarla en este puzle le aportará riqueza al conjunto.Un conflicto tan cercano a todos los españoles y a la vez tan lejano para todos aquellos que vivimos fuera de las zonas calientes (si se me permite el término). Pueden contarte cómo se vivía perteneciendo a la fuerza abertzale o siendo objetivo de la banda terrorista ETA, pero Aramburu decidió invitarnos a vivir con ellos y juzgar por nosotros mismos y eso, eso ha sido un acierto.
¿Qué hechuras no ajustan del todo con mi talla? Dentro de ese lenguaje cercano más propio de la forma oral que de la escrita, Aramburu hace algunos cambios de tiempo verbal y de persona que al principio me descolocaban un poco. Pero a medida que fui avanzando, también me fui acoplando perfectamente a esta característica.
«Constató: pedir perdón exige más valentía que disparar un arma, que accionar una
bomba»
Patria
Concluyendo... poco puedo añadir a todo lo que ya he dicho, simplemente que... si despierta vuestra curiosidad aunque sea sólo un poquito, tenéis que leerla.
%C2%BFY qu%C3%A9 tal me ha sentado esta prenda?
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Concluyendo...
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