La edición de este primer diario biográfico de Paul Auster nos ha servido para volver a encontrarnos con el mágico escritor. El neoyorquino abandona totalmente sus habituales juegos de palabras y la influencia del azar en sus personajes para contarnos su propia vida de una forma nada convencional y con un estilo diametralmente opuesto al de sus novelas.
Es posible que por eso mismo nos agrade lo que hemos leído. Auster no quiere ser el clásico escritor que nos cuenta su interés por la literatura, sus éxitos o sus logros, todo lo contrario. El autor se nos presenta como una persona absolutamente normal que tras entrar en su sexta década de vida opta por hacer balance de su recorrido personal que no profesional.
Un acierto nos parece que enumere todas las casas donde ha vivido y el recuerdo que tiene de ellas. Su relación con su mujer, a la que adora, su experiencia con el cine y sobre todo su forma de enfrentarse al día a día de la vida no son para nada vivencias diferentes de las que podemos tener tú o yo.Ni el dinero, ni la fama, ni el reconocimiento, ni una fábula sobre la gran vida que debería tener un escritor aparecen en ninguna línea de esta obra.
Sufrimiento, método de escritura, apuesta por la vida, problemas de salud, Brooklyn, Nueva York y, en definitiva, el universo del Auster real, del que no conocíamos hasta entonces. Interesante obra para conocer algo más de la persona y mucho sobre cómo afrontar los últimos momentos de la vida.