Paul Pena – New Train (Hybrid 2000)

Publicado el 30 octubre 2012 por Rockandrollismyaddiction @RubenBorrajo

Tras veintisiete largos años en el olvido, en el 2000 se edita por primera vez este álbum absolutamente mágico, uniéndose así a una extensa lista de publicaciones inéditas, bien sea por problemas discográficos, judiciales o porque simplemente permanecieron ocultas en algún lugar recóndito, sin que nadie se preocupase por rescatarlas.

Este magnífico disco es uno de estos casos, custodiado por el prolífico músico, compositor y productor Ben Sidran, en su día no pudo ver la luz, quizás por algún conflicto relacionado con la discográfica. Ben Sidran colaboró estrechamente con el guitarrista Steve Miller y le proporcionó una copia de la grabación. A raíz de esto, Miller versionó uno de los hits más importantes de su carrera, el inolvidable “Jet Airliner”, éxito de 1976 que vendió millones de copias, pero compuesto por Paul Pena.

Paul Pena nace en 1950 en Hyanes  (Massachusets), muy cerca Boston, en dónde muy pronto comienza a tocar diversos instrumentos, debido a la influencia que sus padres caboverdianos ejercen sobre su persona. Desde su nacimiento, Paul Pena padece de un glaucoma congénito que le deja prácticamente ciego durante su infancia, pero le aporta una sensibilidad musical fuera de lo común y un oído extremadamente especial. Mientras cursa sus estudios universitarios, Paul se inicia en el uso de  instrumentos como el violín, el contrabajo e incluso la trompeta.  Pero ya domina totalmente la técnica del piano y la guitarra, ofreciendo conciertos en  locales y  cafeterías.

En 1969, le llega la oportunidad de tocar en el prestigioso Festival de Folk de Newport, codeándose con artistas de la talla de Kris Kristofferson, Joni Mitchell o James Taylor. Esa actuación le sirvió como plataforma para para trasladarse a San Francisco y grabar su primer LP con un relativo éxito, después de especializarse en el blues y tocar al lado de grandes personalidades de este arte como T-Bone Walker, John Lee Hooker, B.B. King o Muddy Waters.

Para la grabación de este álbum y bajo la producción de Ben Sidran y Jon M. Waxman, Paul Pena contó con un excelente elenco de músicos, como el propio Ben Sidran (piano y órgano), Harvey Brooks (bajo) y Gary Malabar (batería). Destacar las otras estrellas invitadas que participaron este disco: el legendario guitarrista Jerry García de los Grateful Dead, Merle Saunders a los teclados, los coros de “The Persuassions” y Charles Greene, el guitarrista Arthur Adams, Dave Woodford al saxo y  The Funky Ladies.

Consta de diez temas y fue grabado en los Intermedia Studios de Boston, en el Studio A de Capitol Records y en los Wally Heider Studios de San Francisco por el sello Hybrid. Abren con un pegadizo “Gona Move”, versionado recientemente con gran éxito por la Derek Trucks Band y Susan Tedeschi. Continúan con “New Train”, que da nombre al disco y en el que podremos sentir el espléndido trabajo de los coros.

Siguen con el mejor tema de Paul, el glorioso “Jet Airliner”,  en dónde nos muestra su fantástica técnica a la guitarra y poseedor de unos ritmos de alto voltaje. Como ya mencionamos antes,  lo popularizó Steve Miller. Después de vender millones de copias, resultó crucial para que Paul Pena se desenvolviera económicamente hasta el fin de sus días. A nuestro juicio,  esta versión es musicalmente superior a la de Steve Miller.

Otros cortes de variados estilos son “Venutian Lady”, acercándose al country y que cuenta con la colaboración de Jerry García al Pedal Steel y del apoteósico Merle Saunders, realizando una interpretación a la altura del Hendrix en “Cosmic Mirror” o el ritmo frenético de “Wait On What You Want”.

Otras pistas totalmente hechizantes, a las que envuelve su  aterciopelada voz son: “Let´s Move And Groove Together”, las semi-acústicas “Indian Boy” y “Taking Your love Down” o las buenas armonías vocales de “A Bit Of All Right”, que completan esta joya de los setenta.

Paul Pena nos dejó para siempre el 1 de octubre de 2005, víctima de la diabetes. Pero no se fue sin antes consagrarse como un artista muy personal, de vida delicada. Quizás su obra fue corta, pero logró llevar su genial música a los confines más inhóspitos de Mongolia, empapándose de culturas tan separadas en el tiempo y que podremos ver en un documental llamado “Genghis Blues”.

Escribió con el corazón, reflejando el sentimiento de las calles y con un gran positivismo, se abrió paso como un soplo de aire caliente, en medio de una peligrosa tormenta, de grandes nubarrones… muy, muy  oscuros….