De los pelos. Así es como estoy últimamente. Y es que no doy abasto. Me he metido en obras para ampliar la casa. Eso quiere decir que, desde hace mes y medio, vivo entre cajas y en penumbra (por el polvo que empaña los cristales, da igual las veces que los limpies). Añadamos a eso que llevo dos pósters y un taller al
Congreso Nacional de Anestesia, que tengo que tener listos el próximo día 12. Y que el 24 de Abril hay que entregar la PMF (esto es, la Puñetera Memoria Formativa que, por supuesto, no hago desde Septiembre). Y que, además, estoy organizando la despedida de
las Supernenas (que, por tradición, toca al R3). Sumad a todo lo anterior guardias, exámenes, niños, comidas (dobles: la mía, de
dieta y la de los demás), ropa, casa, etc, etc, etc, todo con 700 Kcals/día y entenderéis que esté a punto de espicharla. Así que he decidido, como el organismo cuando está sangrando a chorros, enviar flujo de sangre sólo al órgano principal: este blog. A partir de hoy y hasta nuevo aviso, el
Fogón y el Chuletario tienen pulsado el botón de Pause. Que si no, mis queridos Jomeinistas, me va a dar el pasmo.