Hasta la fecha, los diversos libros que comentaban la biografía de Encarna Sánchez lo hacían desde un punto de vista cercano a los últimos años de la irrepetible periodista. Por suerte, esta obra afronta temas polémicos en el recorrido de la locutora y siempre aportando datos reales, lo que se agradece.
Lo malo es que, al igual que le sucede a media España, no se centra tanto en la parte de mujer hecha a sí misma de Encarna como en sus relaciones personales. Que una joven de un pueblo almeriense llegase a ser la locutora que abrió el camino de todas la que vendrían detrás, que fuera expulsada del país por Carmen Polo y que regresara para tener a la opinión pública en sus manos son síntomas inequívocos de su innegable talento.
Lo malo es que el éxito terminó por cegarle y por convertir su día a día casi en una lucha interna por demostrar quién era y, en sus últimos años, por su propia vida. Opinamos que al escribir sobre Encarna hay que contarlo todo, pero nos queda la duda que tan excelente monografía no divida su interés entre quienes preferimos estrictamente su faceta periodística y los que buscan sangre y detalles sobre sus amistades.
Sea como sea, este libro quizá no habría sido posible editarlo con Encarna viva y, aunque con un toque de hagiografía, es un perfecto recorrido de cómo era la radio del siglo pasado y de cómo el tráfico de influencias, como ocurre hoy en día, puede convertir cualquier tipo de hecho en algo totalmente distinto.