
Foto de Timoteo García Ruiz
Eh, tú, caballito de madera,¿cómo te llamas?
¡Pegaso!
¡No, tú no puedes ser Pegaso!
no, porque él,
él era mi caballito de madera,
el que conocí siendo niño,
en el que podría haber estado subido toda mi vida
dando vueltas y más vueltas.
¿Pero qué te has creído? ¡embustero!,
no, no volveré a mirarte,
no, no me das alegría
eres inexpresivo, de cartón piedra,
sin relincho y sin noche de fiesta.
No, no eres Pegaso,mi Pegaso,
caballito de madera,
pues una barra te atreviesa
la barriga y tus colores apagados
no, tú no eres colorado,
no, tus cascos no levantan chispas,
y no me queda cobre para dar otra vuelta
y contigo tocar las estrellas.
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera...
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!.

P.D.: "Mirar con ojos, de niño o de niña, la vida, el mundo, este planeta, es lo mismo que vivir en un estado mágico... ¡Quién pudiera!"
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}♥ ღ ♥
