Peligro en la calzada

Publicado el 22 junio 2012 por Vakawapa

Hasta hace diez minutos llovía copiosamente. La tormenta se ha ido tan rápido como ha llegado. Solo ha sido un breve contratiempo para aquellos que transitaban por la calle y que, súbitamente, han tenido que buscar refugio en la marquesina del comercio más cercano o parapetarse bajo el toldo de algún hotel. En la ciudad de las compras nadie hace la siesta, después de comer o ingerir apresuradamente un tentempié, la actividad prosigue. El agua ha reavivado los colores de los pasos de peatones. Se diría que esto es así para recordar a los conductores que, incluso en condiciones de mojado, hay que dar preferencia a los transeúntes que van de tienda en tienda y favorecer el volumen de ventas. Ellos son los putos amos.
Empieza a oscurecer y pronto aparecerán las primeras luces a modo de faro o baliza de salvamento. Hay que ser listo para poner en marcha antes que nadie el código de reclamo nocturno y, así, robarle al establecimiento de al lado unos pocos clientes. Aunque el flujo de potenciales compradores es tan constante e intenso que supera con creces la inacabable oferta de electrónica, joyería, ropa, alimentación... Hay pastel para todos. Sin duda, ganarse la vida aquí sobre la base de un negocio es una apuesta segura hacia el éxito. A la gente que patea por estas rutas parece que les quema el dinero en el bolsillo y no saben donde ir primero a buscar alivio. Más de uno, movido por el ardor consumista, no se ha apercibido que la calzada está peligrosa. Seguramente acabará patinando sobre la fina capa de lodo y grasa que ha cobrado existencia tras el aguacero, así será más emocionante esta carrera sin control que no durará más de dos o tres días.

Referencias

http://www.vakawapa.es
SHOPPINGSTANT